Potencialmente peligroso
Las luces brillantes y los estallidos de la pirotecnia pueden parecer emocionantes y festivos, pero detrás de su belleza se esconde un peligro real que puede cambiar vidas. El uso de la pirotecnia provoca lesiones que, a menudo, son irreversibles. Por esta razón, es fundamental extremar las precauciones y no subestimar los riesgos asociados a estos productos.
La manipulación de fuegos artificiales, incluso los más pequeños, puede resultar peligrosa, especialmente para los niños. Durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, muchas personas asumen que los juegos pirotécnicos son inofensivos, pero las estadísticas cuentan una historia diferente. Según un estudio internacional, casi la mitad de las personas lesionadas por fuegos artificiales son espectadores. Esto demuestra que el peligro no solo afecta a quienes los manipulan, sino también a aquellos que están cerca. Por ejemplo, un niño que observa un espectáculo de fuegos artificiales puede sufrir lesiones graves sin haber tocado el producto.
Las quemaduras y otras lesiones pueden prevenirse alejando a los niños de la pirotecnia. La Academia Americana de Oftalmología informa que el 30% de las víctimas de lesiones por fuegos artificiales son menores de 15 años. Esta cifra es alarmante y destaca la necesidad de proteger a los más vulnerables. La vida de un niño puede cambiar para siempre si sufre una lesión ocular debido al uso irresponsable de la pirotecnia. Por lo tanto, es crucial que los padres y cuidadores mantengan a los niños alejados de estas actividades peligrosas.
La pirotecnia no debe considerarse un simple juego. Los fuegos artificiales alcanzan temperaturas extremadamente altas y pueden causar quemaduras de tercer grado. La población debe estar alerta y tomar precauciones para evitar lesiones graves, especialmente en los ojos. En Morelos, solo dos lugares están autorizados para la venta de pirotecnia, lo que resalta el riesgo que representan. La venta controlada es una medida necesaria para proteger a la comunidad, pero la responsabilidad también recae en cada individuo para garantizar la seguridad de todos, especialmente de los niños.
En conclusión, el uso de la pirotecnia puede tener consecuencias devastadoras. Las estadísticas muestran que los niños son víctimas frecuentes de lesiones por fuegos artificiales, y es vital tomar medidas para evitar estos accidentes. Alejar a los menores de la pirotecnia, educar sobre los riesgos y respetar las regulaciones son pasos importantes para proteger a la comunidad. La seguridad de cada niño debe ser la prioridad, y la prevención es la clave para un futuro sin lesiones irreversibles.
La venta ilegal de pirotecnia es responsabilidad de los municipios y muchos hacen caso omiso.