María Luisa Villanueva exige que TSJ reconozca la tortura de que fue víctima y declare su inocencia
Toda vez que la Fiscalía General de Justicia del estado ya reconoció que fue víctima de tortura en el caso de un secuestro y se le incriminó en él injustamente, María Luisa Villanueva Márquez exige a la Tercera Sala del Tribunal Superior de Justicia que gire las órdenes de investigación correspondientes contra sus agresores y se avance hacia la declaratoria de su inocencia.
Se cumplen ya 27 años de que María Luisa fue detenida, torturada, juzgada y sentenciada a 30 años de cárcel injustamente, y aunque la propia Fiscalía ya reconoció que fue agredida en diversas y salvajes formas por los entonces judiciales del Grupo Antisecuestros, aún se le niega la orden de investigación de los policías agresores, bajo el argumento de que no presentaban lesiones y que denunció el caso mucho tiempo después. Si eso fue así, es porque estaba amenazada de muerte, junto con su familia.
Pidió a las magistradas que revisarán su caso que se pongan del lado de la justicia; de lo contrario, con su fallo demostrarán que, efectivamente, existe un cártel de la toga en el Tribunal Superior de Justicia.
“Después de varios años de encarcelamiento, inicié una ardua lucha legal por conocer la verdad y restituir mis legítimos derechos hasta lograr que la Fiscalía reconociera que se me fabricó un delito por el que fui sentenciada y que soy inocente. Esto hoy ya lo reconoce la Fiscalía, fue una verdadera hazaña alcanzar que la Fiscalía del estado fijara ese posicionamiento”, afirmó María Luisa Villanueva.
Y describió así la actitud de los juzgadores en el Tribunal Superior de Justicia: “Ahora son los pulcros y sabios jueces del Poder Judicial los que insisten en no darse cuenta que, para ocultar la tortura de que fui víctima, los agentes policíacos utilizaron la maniobra de relacionarme con un delito grave. Hoy, repito, son los letrados jueces los que siguen ciegos sin poder ver lo que es evidente”.
Acusó de simplista (por decir lo menos) la visión de la jueza Juana López Solano, que esperaba ver las muestras de los golpes y la tortura, cuando la propia Fiscalía reconoció las agresiones, se cumplió con los protocolos de Estambul y, por si fuera poco, la Corte ha sentado precedente al señalar que en los casos en los que la víctima sea una mujer, esa condición es decisiva.
María Luisa invitó a la reflexión en torno a la confabulación de intereses de funcionarios del estado ligados al Tribunal Superior de Justicia, porque eso ha impedido el reconocimiento de su inocencia. “Muchos de los que ayer estuvieron en la Fiscalía hoy son parte del Poder Judicial o están ligados a él en varias formas, de ahí que en Morelos se ha formado un batidillo de intereses semejante a una oscura sociedad, en donde sus miembros se cuidan entre sí, es decir, se ha formado un cartel de la toga”…
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