Otra vez el Paso Exprés
Todos los días de todas las semanas, de todos los meses y años desde que se inauguró en el Paso Exprés, la costosísima obra vial del gobierno de Enrique Peña Nieto, defendida, avalada y promovida por el entonces gobernador morelense, el tabasqueño Graco Ramírez, es escenario de graves accidentes. Ayer lamentablemente dos jóvenes perdieron la vida al chocar su auto contra un “pilote” o base de un puente ubicado en esa vialidad. Si hiciésemos un recuento, desde el inicio de las obras para su construcción, hasta este momento, sin duda que nos sorprenderíamos por la gran cantidad de vidas que trágicamente se han perdido en ese lugar.
Y es que los dos mil 300 millones de pesos que destinó el gobierno federal para esa obra carretera, cuando se tenía un presupuesto inicial de mil millones de pesos, no ha sido el único gasto para el erario. Los accidentes, desperfectos y fallas de esa que pretendía ser una vía rápida de altas especificaciones, han causado costos extraordinarios.
En su momento, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló que la omisión de funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), cuando era encabezada por Gerardo Ruiz Esparza, que causó un enorme socavón de cinco metros de profundidad en el Paso Exprés de Cuernavaca, a la altura del kilómetro 93, en el que cayeron y murieron dos personas que viajaban en un vehículo provocó un daño al erario de 101.5 millones de pesos. Dichos gastos no fueron asumidos por las cinco empresas que se encargaron de la obra, sino que fueron cubiertos con recursos públicos.
De acuerdo con una nota publicada en aquella ocasión en el diario Reforma, el pago de la reparación del tramo afectado en esa vía, luego de la tragedia registrada el 12 de julio de 2017, no fue asumido por algunas constructoras como lo había informado en su momento la SCT.
Entre los textos de las conclusiones de la ASF destacan que: ““(...) Los servidores públicos encargados de la construcción del Paso Exprés no atendieron las advertencias, recomendaciones y soluciones emitidas por CEAGUA, los colonos de Chipitlán y la dirección General de Protección Civil Cuernavaca, e incluso de la contratista encargada de los trabajos de construcción (de la vía), lo que generó la ejecución de trabajos de emergencia por 24 millones 960 miles de pesos y 76 millones 507.9 miles de pesos para la construcción de la Estructura Intermedia”.
De tal suerte que, fuentes de la administración pasada destacaron que la SCT no usó recursos propios y tomó la póliza de garantía que dejaron las empresas para realizar las obras; sin embargo, las constructoras se inconformaron y se abrió un litigio.
Sin embargo, debemos decir claro y contundente que, de acuerdo con expertos esta vialidad que en su momento se presumió como una gran vialidad, carece condiciones suficientes para garantizar la seguridad de quienes transitan en ella. Tan es así que, desde el 2018, el coordinador estatal de la Cruz Roja Mexicana, José Luis Alquicira Solís, recomendó no utilizar el Paso Express por el riesgo que implica para los automovilistas, pero además dijo que si no hay otra alternativa, quienes la usen, lo hagan con suma precaución. Expresamente el representante en Morelos dijo que “El Paso Express es un gran riesgo porque no creemos que tenga las condiciones de seguridad, los protocolos internacionales que marcan las distancias, las áreas; por más que la gente que construyó diga que sí, los resultados nos dicen lo contrario. Vemos la alta peligrosidad”.
Aunque los 11.5 kilómetros de esta carretera tienen señalamientos sobre los límites de velocidad, lo cierto es que nos atrevemos a decir que casi nadie los respeta, lo que combinado con la mala construcción, hacen la mezcla perfecta que genera tantos y tantos accidentes y lamentablemente una gran cantidad de muertes.
En repetidas ocasiones hemos hecho un llamado a las autoridades para que se coloquen elementos de la policía federal o Guardia Nacional o Policía Carretera, ya ni sabemos que corporación es en realidad, pero en fin, lo que hemos pedido es que haya constantes patrullajes todos los días, durante las 24 horas en ese famoso tramo, para garantizar que se respeten los límites de velocidad, con lo que cuando menos, estamos seguros que disminuirían sustancialmente los accidentes. Sin embargo, aseguran que es un tramo que está bajo la custodia del estado, pero ni unos ni otros se hacen cargo. Sigue siendo esta vialidad el Paso más peligroso quizá del país en donde todos los días lamentablemente se registran accidentes y pérdida de vidas.