Morena y su desapego, falta de interés, nula importancia, altanería con su base
Estamos llenos de cuestionamientos, de preguntas acuciosas, de inquietantes interrogantes que no encontrarán respuestas porque las dirigentes de este Partido/Movimiento (lo digo no sin reservas) no hablan, no se expresan, no se dirigen a sus bases. Vamos, no han ofrecido una coherente explicación de lo sucedido en la asamblea de consejeros donde se eligió por unanimidad a la actual dirigencia estatal.
Muchas personas del pueblo se asumen como parte de la 4T, se llaman a sí mismas morenistas y se encuentran felices del avance que se va concretando en las decisiones de este gobierno. En favor del pueblo, claro, de los trabajadores, obreros, campesinos y múltiples oficios. Pero…
¿Habrá una explicación coherente a esta militancia? Sabemos que hubo acuerdos, obviamente, pues resulta complicado comprender que la totalidad de consejeros -mujeres y hombres- hayan votado unánimemente para, digamos, “elegir” a su dirigencia estatal.
¿El ADN priísta renace en MORENA? ¿Nadie dice nada? ¿Sólo hay que aceptar lo impuesto por la cúpula nacional?
¿Cuánto tiempo les costó a Mirza, Nohemí y Paola hacerles ver a ttooddoos los consejeros que ellas eran las más idóneas para conducir a este partido que no acaba de tomarse en serio?
¿Presentaron algún plan de trabajo, algún proyecto o alguna lista de objetivos urgentes y necesarios? ¿Apenas lo van a elaborar? ¿Tienen alguna ida derivada de su experiencia política? ¿Cuáles serían, según su vasto conocimiento, las tareas más importantes que necesita MORENA para fortalecerse como instituto político?
Es una verdadera calamidad comprobar que en todas las organizaciones políticas y culturales (Partidos, Iglesia, Gobiernos) las bases no son escuchadas. Esas instituciones exhiben un soberano y, muchas veces, espontáneo desprecio. La Iglesia con su feligresía; los Partidos con su militancia; los Gobiernos con su ciudadanía.
Las cúpulas hacen lo que les viene en gana: imponen, disponen, proponen, recomponen…
Creemos que la militancia consciente e informada de MORENA necesita esta explicación con absoluta transparencia y honestidad intelectual. Si no se transparentan los acuerdos “debatidos” a puerta cerrada, el camino para lograr la Transformación se volverá sumamente escabroso.
Peor: se perderá la confianza y la credibilidad.
No podemos soslayar el hecho evidente de que la Derecha no descansa. Su atrabiliaria conducta le impele a sembrar de obstáculos todo intento de avance, a difundir mentiras, a exclamar falacias, a divulgar histéricamente escándalos. Acusa a los funcionarios de este gobierno morenista, diputados y senadores, de cualquier cosa que se le pueda ocurrir.
Alejandro Moreno, sí, ese dirigente priísta que trata a su militancia como lazo de cochino (y nadie le dice nada) ha exclamado -con su insano caletre- que los de MORENA son Comunistas corruptos. Esta piltrafa de ser humano no tiene idea de lo que significa ser Comunista, es un experto en lo de ser Corrupto, eso sí.
En nuestro país siguen sembrando calumnias al por mayor. Ya ven, no dejan en paz al expresidente, de todo lo culpan y lo responsabilizan.
En nuestra Amerindia, con sus Mass Media cómplices, fortalecen sus perversiones. Por ejemplo, Pedro Castillo, el presidente legítimo de Perú, sigue preso. El ecuatoriano que asaltó nuestra embajada sigue cometiendo abusos. El presidente Arévalo, de Guatemala, se defiende de la Fiscal. El gobierno de Lula, de Brasil, descubre un complot que pretendía asesinarlo. Y Milei, ese esperpento que funge como presidente de Argentina, desmorona a su país entero.
Hacemos referencia a nuestra situación continental por la importancia que reviste. La lucha no sólo es local o nacional, es internacional. No podemos festinar los triunfos de uno o más grupos con intereses aislados en el partido, es decir, que estén en la búsqueda permanente de espacios de poder. Si no somos capaces de integrar la lucha en este movimiento, siendo eficientes en la organización, no auguramos un porvenir concreto ni siquiera en el corto plazo.
Y entonces los que nos van a festinar serán los prianistas. ¿Eso queremos?