Derechos humanos bajo ataque a 73 años de la Declaración Universal
Más de 50 millones de muertes durante la Segunda Guerra Mundial precedieron el establecimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU en 1948. Este 10 de diciembre se cumplirán 73 años y el panorama mundial es devastador. No es verdad que todos los seres humanos nacemos con los mismos derechos, éstos sólo se conquistan mediante la lucha. El capitalismo devastador favorece los privilegios del uno por ciento de la población y afecta al 99%. El hambre, la miseria, el desempleo, la explotación, la opresión, las violencias, la discriminación y la desigualdad de clases sigue lastimando la dignidad de la vida de la mayoría de la población. Hoy más que nunca luchamos por construir un mundo fraterno y solidario, donde la igualdad de derechos permita que la esperanza tenga la felicidad del amor que todas y todos merecemos.
La mejor defensa de los derechos humanos es la conciencia organizada. Mujeres feministas luchando contra la violencia feminicida y por el derecho a decidir. Pueblos indígenas exigiendo respeto a sus tierras y territorio y libre determinación como en Alpuyeca que exige legislar iniciativa para construir su municipio indígena. Sindicatos organizados para defender sus derechos laborales. Usuarios de la luz exigiendo tarifa social y la electricidad como un derecho humano. Colectivos de familiares de víctimas y desaparecidos en búsqueda de verdad y justicia hasta encontrarlos y recuperarlos con vida. Migrantes en busca de un futuro mejor huyendo de condiciones indignas de vida.
Encuentros, reuniones, asambleas, foros, movilizaciones, todo tipo de protestas y luchas para analizar, deliberar, acordar medidas de acción y planes de lucha para conseguir objetivos comunes. Como la Asamblea Nacional Popular realizada en Ayotzinapa convocada por madres y padres de los 43 desaparecidos y el Encuentro Nacional por el Rescate de la Soberanía Energética realizado en las instalaciones del SME el 4 de diciembre. Esperando que se consoliden los esfuerzos unitarios en el movimiento social y se construyan las alternativas de lucha en defensa de los derechos humanos de todas y todos, así como el avance hacia una renacionalización de la industria eléctrica, una tarifa social y el pleno respeto de los derechos de la clase trabajadora.
Esfuerzos de reflexión como los que se llevarán a cabo organizados por sindicatos integrantes del Pacto Morelos por la Soberanía Alimentaria y Energética, como el impulsado por el SITIMTA el 6 de diciembre, el V Congreso del Consejo de Ciencia y Tecnología que plantea defender el derecho humano al agua, y el Foro sobre la Reforma Eléctrica que se llevará a cabo el 8 de diciembre en el SME en Cuernavaca, sobre la electricidad como un derecho humano, energías limpias y renovables y el posicionamiento ante la reforma eléctrica.
Este 10 de diciembre no podemos olvidar a las más de 800 víctimas de tortura documentados en 2021, usada para obtener confesiones y causar graves daños que llegan al horror de las mutilaciones, descuartizamiento y destrucción de cadáveres, con más de 640 casos en al menos 502 fosas clandestinas producto de 418 masacres y 318 feminicidios con crueldad extrema. Es urgente acabar con estas atrocidades como son el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y para provocar terror.
En el Día Universal de los Derechos Humanos no podemos callar ante el horror de que cada día en México 11 mujeres sean víctimas de la violencia feminicida, del machismo, del odio por ser mujeres, y del sistema patriarcal capitalista que domina las relaciones de género y la impunidad de quienes cometen éstos crímenes y no son sometidos a la justicia, por lo que no hay medidas de prevención, atención ni sanción que permitirían erradicar el feminicidio y garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, como lo establece la Alerta de Violencia de Género. La tasa de feminicidio promedio nacional fue de 1.5 víctimas por cada 100 mil mujeres. Sin embargo, en Morelos se rebasó de manera muy importante ese indicador, con una tasa de 3.3. (2.2 veces más que el promedio nacional), elevando a un total de 1161 feminicidios en casi 21 años.
No es menor la preocupación por la militarización de la seguridad pública, que lejos de disminuir, aumenta la violencia y el número de víctimas de ejecución y desaparición forzada a más de 93 mil. En 2006, se encontraban 32 mil 500 soldados en tareas de seguridad pública y procuración de justicia; pero con Calderón había ya 48 mil 500. Con Peña Nieto se elevó a 53 mil soldados, además de 16 mil 700 marinos. Durante el gobierno de López Obrador, se han rebasado todos los límites previos: en agosto de 2021 se llegó a 98 mil 500 soldados, 27 mil 400 marinos y 90 mil efectivos de la nueva Guardia Nacional, integrados en su mayoría por personal militar (75 por ciento). A pesar de contar con un máximo histórico en el despliegue militar durante la primera mitad de su gobierno, se cometen un promedio de 2 mil 879 homicidios cada mes, esto es el doble comparado con la administración de Calderón. El modelo de seguridad centralista y militarizado no está resultando eficiente para revertir la violencia, como lo acreditan las más de 20 mil desapariciones que se acumulan en lo que va del sexenio, como concluyó en su visita el Comité de la ONU contra la desaparición forzada.
Defender los derechos humanos es una tarea que, sin embargo, implica riesgos, hasta la pérdida de la vida. Durante 2021, la ONU-DH ha documentado al menos 10 casos de asesinato de personas defensoras de derechos humanos, donde la letal agresión podría ser una represalia por su legítima labor.
Por ello, seguimos luchando y amando, hasta que la dignidad se siente entre nosotros.
*IR