Narcopolítica; caso Macrina V. // Violencia, la piedra en el zapato de MGS
Desde las altas esferas del gobierno federal se libra una dura batalla contra los grupos criminales, a diferencia del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, ahora se observa decisión de enfrentarlos y lo vemos en el caso Sinaloa o Guanajuato, pero los enemigos del orden, la ley y la paz están muy bien armados y estructurados y cuentan con cómplices en las estructuras de los poderes en el país.
Es indiscutible que hay una amplia red de narcopolíticos, eso se vio muy claro tras el operativo Enjambre, aplicado en el Estado de México, tras el cual se arrestó a alcaldes y jefes policiacos sobre todo, y de ese escenario Morelos no escapa.
Sorpresivo fue el hecho de que fuera detenido el hijo de la ex diputada Macrina Vallejo Bello. Ella podríamos decir, fue la primera legisladora realmente representante de los pueblos y comunidades indígenas en el Congreso local, porque otros que se hicieron pasar como tales fueron unos impostores; ella sí nació en un pueblo originario, Tetlama en Temixco, por eso es desafortunado que hoy se llegué a considerar que como familia tiene relación con La Familia Michoacana. No obstante, lo anterior refuerza la teoría de que más de una docena de quienes integraron la legislatura anterior, eran parte de las mafias del delito.
Mucho se ha insistido en nombres como el del senador priísta Ángel García Yañez o de Tania Valentina Rodríguez Ruiz, del PT, quien por esas razones enfrenta un conflicto de posible desafuero por denuncia de la Fiscalía Anticorrupción. Parte de ese grupo de legisladores sobrevive actualmente en la cámara y curiosamente son quienes siguen protegiendo al fiscal Uriel Carmona. ¿Será que el señor sabe de sus andanzas y por eso son sus incondicionales? ¿Usted qué opina?
Y bueno, nos acercamos a los primeros 100 días del gobierno de Margarita González Saravia, que será por ahí por el ocho de enero y, no obstante que viene haciendo un enorme esfuerzo por cambiarle el destino del estado, como a sus antecesores la violencia comienza a convertirse en la piedra en el zapato; es cierto que su secretario de Seguridad, Miguel Ángel Urrutia es un hombre experimentado en la materia, las cosas no mejoran.
González Saravia mostró cierta impotencia cuando una mujer, al término de un evento en el centro de Cuernavaca, con lágrimas le suplicó ayuda, refiriendo que "los criminales se están llevando a mujeres y jóvenes de la estación, los hacen drogadictos y ya no obedecen a la familia", palabras más, palabras menos. MGS optó por guardar silencio y retirarse.
Tampoco podemos meter las manos al fuego por ella, pero si creemos que desea dar lo mejor de sí, que a diferencia de sus antecesores, Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco, que estaban metidos hasta el cuello con los cárteles de la droga, no tiene compromiso con los malos y va en serio por su extinción. Pero cómo lograrlo si como se advierte, casi todos los alcaldes salientes y electos si están relacionados,igual que varios diputados, locales, federales o el senador referido. La cosa está que arde.