Lo dijimos, corrupción en el Impepac y TEE // Inseguridad; el estado ausente
Cómo en la elección del 2021, nuevamente los órganos electorales de Morelos se han prestado a componendas y corruptelas, en lo que se refiere a asignación de diputaciones locales plurinominales, en favor de representantes de pueblos y comunidades indígenas o de otros grupos vulnerables.
En la justa anterior, sin lógica ni sustento, les dieron curules a sujetos que no cumplían con los perfiles y volvemos a ver las mismas marrullerias.
No hay elementos para que magistrados del Tribunal Estatal Electoral le estén entregando la diputación al dirigente estatal del PRI, Jonathan Márquez, cómo de orígen indígena; el señor es de San Antonio, en Cuernavaca y que sepamos, no es pueblo originario, como Coatetelco, Tetlama o Xoxocotlán. ¿Cómo entonces validan algo así? La primera sospecha es que se trata de dinero de por medio, y mire que a Martha se le ha acusado muchas veces de que “le encanta la lana”.
Para acabarla de amolar, está despojando a una mujer de su propio partido que sí reúne todos los requisitos. Pero aquí también pudiera pensarse que hay más componendas, no olvidar que el PRI fue parte del bloque opositor a Morena en la elección, y que entre otros personajes nefastos, el ex gobernador Graco Ramírez era uno de los que los financiaba y la presidenta del Impepac, Mireya Gally Jordá, es esposa de Jorge Messeguer, carga-maletas del tabasqueño.
Pero que se puede esperar de individuos sin ética ni moral como el tal Jonathan, igual de calaña que su “líder” nacional de tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, quien también usando al partido, se colocó como primero en la lista plurinominal al Senado de la República. Bola de lacras. ¿No le parece?
Así las cosas en los órganos electorales del estado, se prestan a todo, validando aquello de que “con dinero baila el perro”.