Domingo en el Ángel
“Nuevamente las calles se llenan, de aquellos quienes alguna vez oprimieron a sus multitudes”.
El día domingo, quizá por miedo a que Beatriz Paredes pudiera ganar o por que las cúpulas de la política de oposición lo impidieron, el Frente Amplio declinó la oportunidad HISTÓRICA de ser el partido, que pondría a disposición de la gente la elección de su candidato, optó por asegurar el resultado y hacer una concentración en medio de Avenida Reforma para mostrar músculo político.
Tuve la oportunidad de asistir e inmediatamente me di cuenta de la diferencia abismal con la marcha de AMLO a la cual también pude asistir. Para mí fue muy llamativo en primer momento ver a un director de un contingente llevando en sus manos banderas del PRI, PAN y PRD. Estoy consciente de que la historia toma rumbos extraños, pero esto es una exageración, cuando en la historia nuestros abuelos, los fundadores o afiliados a esos partidos, hubieran pensado que la estructura opositora o de poder que estaban construyendo, por la cual mataban y morían, que defienden con tanta emoción, tendría como último destino aliarse. Creo que es posible que hoy, los partidos nos están mostrando que es mayor su amor al poder y dinero que a la ideología.
Por otra parte, me pareció surreal, ver a aquellas personas que alguna vez defendieron la matanza del 68, porque eran revoltosos, tomando las mismas calles que alguna vez oprimieron, gritando en favor de México cuando lo único que conocen de él es la burbuja en la que se mueven, quejándose de las injusticias y la división, cuando su vida ha creado situaciones de injusticia y desigualdad para otros.
Logre ubicar el lugar desde el cual saldría Xóchitl, incluso antes que los medios lo hicieran y desde ahí, puede notar que antes de Xóchitl salieron los dirigentes de la alianza, como Alito Moreno, Marco Cortés y Jesús Zambrano. A pesar de que es natural, pues ellos son los partidos que avalan su candidatura, me parece preocupante su constante presencia en los eventos, pues me hace preguntarme si la mujer que impulsan, no es una apuesta para mantener el poder y aunque Xóchitl no se deje mandar por (como ella los llama) un “Macho”, estos no se limitarían en ejercer su poder.
Xóchitl fue recibida por la gente con cariño, finalmente si es una candidata popular, mientras tanto yo aproveché para moverme con la intención de percibir de mejor manera la marcha, lamentablemente me quedé atorado dentro de un contingente panista, de esos extremistas. No pude seguir avanzando cuando sus insultos condescendientes por mi presencia y movimiento me lo imposibilitaron “Es que hay un tipo de gente que no sabe respetar” escuché a mi paso. Claro, ellos nunca se han subido a un Metro, en su vida el hacinamiento no es una constante, para ellos marchar no es un esfuerzo, es una manera de presumir y de manera arrogante ganarse un estatus entre la gente. No pude evitar preguntarme ¿Será que el Presidente tiene razón cuando dice que existen dos méxicos?
A diferencia de la marcha de AMLO, sentí que esta no tuvo espíritu, ánimo de la gente o una esperanza tan palpable que te lleva hasta las lágrimas. Quizá esa esperanza conmovedora no existe en quien ha recibido toda su vida, solamente puede encontrarse en el que ha esperado.