Presidenta, gobernadora
Se llego la hora, la presidenta electa ya es presidenta constitucional y comienza una gran tarea: consolidar la transformación en el país. Dar continuidad a lo iniciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que ese es el mandato del pueblo. Eso es algo que tiene muy claro la presidenta de México porque así de claro lo manifestó en su discurso de toma de protesta. Así de terminante es la fuerza de la mayoría, así de firme es la convicción de un pueblo que entiende muy bien quien ha, verdaderamente, apoyado y resuelto sus necesidades.
La historia es contundente y la doctora nos recordó aquella frase con la que el presidente culminó su discurso en la celebre sesión de desafuero que llevaron a cabo los diputados del PRI y del PAN aquel abril del 2005, cuando consumaron la peor aberración democrática en los tiempos modernos. “Hoy ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí, nos juzgue la historia” hoy a 19 años de ese acontecimiento el pueblo reivindica que quiere seguir en el camino que marco AMLO, mientras que al PRI y al PAN los hace a un lado sin miramientos por representar las peores causas que dañan al país. Por eso la izquierda en México sigue haciendo historia.
Y en Morelos la hora de la gobernadora ha llegado, el reto es hacer que la transformación llegue a Morelos. Después de 6 años de olvido y desatención, traducido en omisión, hoy el gobierno de una mujer de izquierda esta en el umbral de la verdadera transformación en Morelos. No hay duda del gran compromiso de la gobernadora para con su pueblo y la tarea será enorme, pero la fuerza de la convicción y compromiso son un motor que impulsa a la gobernadora a cumplir con la tarea encomendada. En estos días de inicio de actividades formales como gobernadora constitucional se le nota incansable y con un verdadero animo transformador.
Son diversos los compromisos urgentes a resolver o cuando menos a presentar resultados de manera inmediata, la inseguridad es un tema prioritario de atención urgente, dados los índices delictivos de los últimos años en un estado con las características de Morelos. La atención al campo como motor de desarrollo y bienestar en el estado. La escases de agua en la mayor parte del estado. La transparencia en el uso de los recursos públicos y con ello el ataque frontal a la corrupción que ha sido un flagelo de cuando menos las 4 últimas administraciones. Esto solo por mencionar algunos temas de los más sentidos en el estado, sin embargo, la lista es enorme y tiene que ver con la omisión del gobierno saliente.
En 100 días se tiene que notar y sentir el cambio transformador porque es necesario que los diferentes temas se vayan resolviendo. La estrategia gubernamental cuenta, por supuesto, con el aval y el apoyo del gobierno de la presidenta de la república, que será fundamental para fortalecer las obras que se lleven a cabo en todo el estado de Morelos. El presupuesto del estado es limitado, de ahí que sea necesario implementar una política de gestión de recursos tanto a nivel nacional como internacional, que permita ampliar las posibilidades de inversión en el estado para estar en condiciones de avanzar en la construcción de nueva infraestructura, en el mantenimiento de la que ya existe y en nuevos proyectos necesarios para generar condiciones optimas de desarrollo comunitario y armonía social.
La tarea desde la perspectiva nacional es de continuidad para consolidar el proyecto social con visión humanitaria de la cuarta transformación y en lo estatal es sentar las bases para que la transformación sea una realidad en Morelos y la política social y humanitaria se replique en este estado. La expectativa es enorme, pero la capacidad y compromiso de quienes hoy gobiernan es mayor, por ello sabemos que sabrán atender el mandato ciudadano. La esperanza de un mejor vivir es una realidad y eso se tiene que sentir en estos días por venir.