Buscardoras
Desde el año 2017 los trabajos en el Panteón Municipal Pedro Amaro en Jojutla, donde se encuentra una fosa clandestina fueron suspendidos. En aquella ocasión recuperaron 85 cuerpos de los cuales solo uno fue identificado. En 2022 se volvieron a retomar los trabajos “dando como resultado la recuperación de indicios, mismos que no han sido debidamente procesados. Nuevamente el proceso de exhumación quedó inconcluso”.
“A raíz de ambos procesos y de las preocupaciones sobre el trabajo realizado y la falta de resultados, solicitamos en 2023 la asistencia forense el Equipo Mexicano de Antropología Forense (EMAF), para una siguiente fase de exhumación de la fosa común en el Panteón Municipal Pedro Amaro en Jojutla. Desde entonces EMAF está colaborando en este proceso por medio de una coadyuvancia con la Fiscalía del Estado de Morelos”, se reporta.
El 6 de noviembre los colectivos Desaparecidos Tetelcingo y Jojutla, Regresando a Casa Morelos, Unión de Familias Resilientes en Búsqueda de sus Corazones Desaparecidos, Víctimas y Ofendidos del estado de Morelos y Buscadoras del Sur, con el acompañamiento de la Brigada Nacional de Búsqueda, reiniciaran las exhumaciones en la fosa común del Panteón Pedro Amaro de Jojutla.
Los colectivos qué conforman la Brigada Nacional de Búsqueda, se dijeron firmes en la búsqueda de sus desaparecidos: "El proceso de búsqueda contará con nuestra participación como familiares en apego a nuestros derechos como víctimas. Nos estamos preparando para continuar como observadoras y realizaremos nuestros registros”.
Si bien es cierto, destacan ellas, han contado con la apertura de la Fiscalía del Estado, la cual ha colaborado en los diálogos, brindado los espacios de trabajo correspondientes, “sin embargo, como familias no olvidamos y evidenciamos que realizamos estas labores debido a las malas prácticas que la Fiscalía y las diferentes autoridades involucradas en el caso han realizado".
Esta búsqueda, según espera el colectivo, será un primer paso por parte de las autoridades en la resolución de la crisis forense que atraviesa el Estado. Lo primordial es “identificar a quienes hoy nos hacen falta, y que nunca más el Estado, la Fiscalías y las instituciones repitan y desaparezcan a nuestros seres queridos”.
Los trabajos continuarán en la misma zona de excavación, trabajarán en una extensión de la fosa trabajada en los años anteriores. Aún no hay indicaciones de cuántos cuerpos continúan inhumados y en qué condiciones se encuentran. A lo largo de los trabajos en campo y posteriormente en gabinete, esperan “poder desenterrar la verdad y saber cuántos cuerpos fueron ocultados en la fosa de Jojutla”.
La labor de las buscadoras de Morelos, del país, es única y como sociedad, debemos acompañarlas y respaldarlas. Hay una herida abierta en México, dolorosa y profunda como las fosas clandestinas, ahí, donde ellas, literalmente con sus manos, buscan, tratando de encontrar esperanza, solidaridad, fe…“un tesoro”.
