La constitución como argumento
El argumento es el razonamiento para probar una posición o para convencer sobre una determinada postura que se afirma o se niega, son, así, intentos de apoyar afirmaciones o decisiones con razones.
La constitución Política por si misma representa un argumento; argumento que ha sido entretejido a lo largo de la historia a partir de principios, y estos principios con apoyo en valores humanos, los cuales han sido empleados como premisas para la creación de normas.
Pero este argumento cumple con una doble función, la primera de carácter autónomo como argumento por si mismo, por su sola existencia con la entrada en vigor y por otro lado, como herramienta para la argumentación en la defensa de otros argumentos; es decir, cuando se requiere de la defensa para hacer valer los derechos es necesario demostrar a través de premisas constitucionales el porque se exige el derecho.
Incluso, siendo la constitución uno de los mayores exponentes de argumento, también es proclive a argumentos en oposición, dando como resultado numerosas reformas a esta para su modificación.
Cuando se presenta la argumentación ante la ley, esta no busca formular argumentos en contra de su oposición, tan solo se limita a su interpretación para aprobar o desecharlos a partir de justificaciones constitucionales de sus actuaciones.
Es así que la argumentación en la constitución ha resultado como garante de su existencia y tutela de los derechos a través de su defensa.
Un rol importante en la defensa de los derechos es encargado a los jueces, pues son los sujetos garantes de los derechos fundamentales, el juez tiene la tarea de escoger solo los significados válidos, o sea aquellos compatibles con las normas constitucionales sustanciales y con los derechos fundamentales que estás establecen.
Entonces tenemos que, la argumentación es una herramienta para hacer valer nuestros derechos.