La opinión de Moody´s
El mismo día que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sostuvo en Washington una reunión con su homólogo Joe Biden, la calificadora Moody’s degradó la nota de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a Baa2 desde Baa1. Además de ello cambió la perspectiva de ‘negativa’ a ‘estable’.
Esta rebaja se da luego de que el lunes la calificadora bajó un peldaño la nota de Petróleos Mexicanos (Pemex) a B1 desde Ba3, con perspectiva ‘estable’, lo que indica que la petrolera está en terreno altamente especulativo.
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Moody’s detalló que esta acción a la baja de ambas firmas estatales obedece principalmente a la rebaja del soberano la semana pasada.
“Esto sigue a la acción de calificación de Moody’s en la que la agencia rebajó la calificación de México a Baa2 desde Baa1 y cambió la perspectiva de la calificación a estable desde negativa”, precisó la calificadora.
A unas horas de que López Obrador sostenga este miércoles una reunión con empresarios estadunidenses y mexicanos para atraer inversión de capitales y negocios, no es la mejor noticia que una de las principales calificadoras deje a México como una economía débil y mal manejada.
En la primera semana de julio, Moody´s asestó un severo golpe al optimismo presidencial, modificando la calificación para deuda soberana de México, de Baa1 a Baa2 con un cambio en la perspectiva, que se modificó de negativa a estable.
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Los expertos comentan que las calificaciones Baa1, Baa2, Baa3 (Grado Medio Inferior), suponen un riesgo crediticio moderado, pero que ya anuncian cierto grado de especulación; es decir, que quien invierta en instrumentos de ese país, sabe que no tiene todas consigo y puede perder su dinero.
Con Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, México se ha deslizado de A3 a Baa2, degradándose en tres ocasiones en poco más de tres años.
Por supuesto, todavía hay margen para perder.
México puede bajar aún más el rango de su calificación, ya que todavía puede llegar a Baa3.
Diciéndolo esquemáticamente, México está lejos de las mejores inversiones (Estados Unidos, Canadá y Australia) y poco a poco se va acercando a Sudáfrica, Grecia, Croacia, Azerbaiyán y Guatemala.
El sótano ahí está, aunque todavía lejos: Bolivia, Moldavia, Nicaragua, Honduras y Angola.
Una calificación degradada como la que Moody´s asestó a México está basada en un mayor riesgo de las finanzas nacionales, particularmente por la ineficacia de los programas sociales, la generación del PACIC y el mundo de dinero dirigido a todos y a nadie, como es el caso de las “Becas” que se ofrecen a la menor provocación.
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El peor escenario para México sería que se hiciera todavía más baja su calificación crediticia, al no poder combatir apropiadamente a la inflación y generando un mayor gasto público sin sentido. O acaso sí, ensimismado con el desafío para comprar voluntades en 2024.
Poco dinero, mal invertido y peor gerenciado, es el diagnóstico de Moody´s.
De las anécdotas que se cuentan
En una reunión del grupo político “Confío en México”, en Guadalajara, Santiago Creel Miranda informó al público que se sentía “preparado y con la convicción y determinación para encabezar la candidatura por la Presidencia de la Republica”.
El exsecretario de Gobernación federal apuntó que cuenta “con la experiencia, la decisión y la convicción de encabezar este proyecto y llevarlo al punto de un gobierno de coalición y de reconstrucción nacional”.
Más lejos, exhortó a que Movimiento Ciudadano “camine en conjunto” con la coalición PAN-PRD-PRI, aunque dio a entender que, si Dante Delgado no quería hacerlo pues respetaba su decisión.
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Ya sumergido en las obviedades como recurso didáctico, Creel señaló que “la alianza para derrotar a Morena en 2024 debe abarcar a todos los sectores y ser lo más amplia posible” y que se debe trabajar en “el ejercicio de las libertades”.
El legislador señaló que el estado de Jalisco es importante para ganar la presidencia de la República, considerando que abriga al tercer padrón más numeroso del país, con unos seis millones de votantes potenciales.
El resultado de su auto destape no generó una reacción excepcional y en todo caso, ni reacción produjo.
Más mesurado soltó que “si a mí no me alcanza, porque soy un hombre realista, si mí capital no me alcanza, yo me sumaré a quien sí le alcance, sea hombre o mujer. Para mí lo importante es el proyecto de Va por México”.
Los malosos se inquieren para qué se auto destapó Creel y la utilidad de su dicho.
Lo único que sí es grave es que el tiempo corre y la coalición opositora no tiene candidato.
Es evidente que esa lentitud le engorda el caldo a López Obrador.
¿Los mexicanos tenemos la oposición que merecemos?, es la pregunta obligada.
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*ARD
