Cuando el vivir es servir, no puedes morir
El pasado fin de semana, he perdido a dos grandes compañeros docentes; amigos entrañables; que, en mi existencia, y en la de muchos, siempre estarán presentes.
Al Maestro Rubén Segura Castellanos; tuve la oportunidad de conocerlo, cuando ambos éramos Secretarios Generales de nuestras Delegaciones Sindicales; él laboraba como docente de ciencias sociales en la Secundaria “Jesús Conde Rodríguez” del Pueblo mágico de Tepoztlán; y el que esto escribe, en la Secundaria “Pablo Torres Burgos” del aguerrido e indómito poblado de Ocotepec Morelos.
Recuerdo que creamos y conformamos junto con otros Secretarios Generales de las zonas escolares conurbadas; un movimiento magisterial disidente; que denominamos Frente Democrático Morelense (FREDEMOR) que previo a la insurrección del 2008, enfrentamos y resolvimos juntos, con espíritu combativo; variadas situaciones de injusticia que prevalecían en nuestro gremio educativo.
Rubén, acostumbrado a las lecturas; desarrolló una visión de la realidad; que nos permitía a todos, la previa y serena reflexión; antes de cualquier actividad; un Ser Humano ecuánime y de elevados principios; buen conversador y de iluminado juicio.
Por acuerdo y resolución del Congreso Estatal Democrático realizado en el dos mil ocho, en las instalaciones del auditorio de Nissan Mexicana, en Jiutepec Morelos; el FREDEMOR, junto con otras corrientes internas magisteriales, incluida la CNTE, encabezada por Alejandro Trujillo Gonzáles; se desintegraron para constituir un solo bloque estatal que se denominó: MOVIMIENTO MAGISTERIAL DE BASES MORELENSE (M.M.B.)
Los lazos de amistad con los integrantes del FREDEMOR continuaron; Rubén Segura concursó para una subdirección y la ganó; después para una dirección y llegó por escasos cuatro o seis meses a la Escuela Secundaria No. 8 de Ocotepec, la cual dejó; porque fue llamado por la Maestra Marina Aragón Celis, Directora del Instituto de Educación Básica en el Estado de Morelos (IEBEM), para atender el Departamento de Escuelas Secundarias Generales, y más tarde, con el Profr. Fernando Pacheco Godínez, la Dirección de Desarrollo Educativo; en ambas responsabilidades siempre fue un funcionario entregado y comprometido.
Su última responsabilidad asumida fue la de Jefe de enseñanza; un gran Ser Humano, que en muchos compañeros dejó un hueco para la añoranza.
Tuve la dicha de conocer a su risueña y talentosa hija Maribel Segura García; ella lo recuerda como el padre culto, protector y cariñoso; siempre atento a las necesidades de sus cuatro hijos; amante de la trova y el rock; y con sus tres nietos, siempre solícito y amoroso.
Un luchador con compromiso social; que, a sus sesenta años, decidió retornar al plano espiritual; su adolescente Nieta: Natalia Durán Segura; es poseedora de su herencia cultural y vocacional; a través de ella y de sus futuras generaciones; seguirá palpitando y brindando amor a muchos corazones.
La segunda gran pérdida fue del compañero Maestro y entrañable amigo Guillermo Salgado Reyes; a él tuve la dicha de conocerlo cuando me despedía de mi tardía adolescencia; fue en las canchas del Cetís 12 de CIVAC, cuando decidí incorporarme a las filas del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario; él era uno de nuestros instructores; fue allí donde se encontraron nuestras existencias; un instructor sin duda extraordinario.
Sin duda su entrega a la augusta Institución del Pentathlón; me proporcionó, junto a muchos adolescentes y jóvenes inquietos, las herramientas físicas y emocionales que fortalecieron mi carácter y fuerza de voluntad en mi formación.
Fue un Ser Humano que dedicó su vida a servir a los demás; su sencillez, su buen humor y fraterno trato; hacían pasar momentos gratos y de paz.
Tuvimos una segunda oportunidad de compartir un tramo de nuestras vidas; cuando lo asignaron como Director de la Escuela Secundaria No. 8 “Pablo Torres Burgos”; por aquellas épocas, habíamos tenido un serio desencuentro con un directivo, que en su momento exigimos, sin lograrlo, que fuera despedido; rechazamos a dos o tres con historiales autoritarios y punitivos; la llegada del Maestro Guillermo Salgado Reyes, puso fin a nuestro ambiente conflictivo.
Soy un convencido que somos espíritus encarnados, que estamos de paso por este plano terrenal, y que más temprano que tarde debemos retornar a nuestra naturaleza eternal; por eso concluyo que, aunque siempre nos falta mucho por aprender y es tan poco lo que sabemos; hoy puedo asegurar que la muerte es un premio para todos los que vivimos; a condición de que no la busquemos. ¡¡Hasta la victoria siempre amigos: Rubén y Guillermo!!