Avanzan medidas de control en Atlacholoaya; malestar entre reos, amenazan con protesta
Los nuevos mecanismos de control al interior del penal de Atlacholoaya, en los que están contemplados el riguroso control de folios para las visitas de los verdaderos familiares de los internos, así como el retiro de teléfonos celulares a los presos, a fin de instalar los de uso para la comunidad, han provocado malestar y rechazo entre los reclusos.
Y mientras el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia, señala que, hasta ahora, ya se registra un avance de dos mil 470 folios regularizados para el ingreso de los verdaderos familiares de los internos en el penal, las protestas no se han hecho esperar. Los reclusos afirman que se están vulnerando sus derechos fundamentales, señalando que es muy probable que, en breve, realicen una manifestación pacífica para exigir respeto a sus derechos y que cesen los abusos que, atribuidos al director del penal, están prevaleciendo.
Una de las irregularidades estriba en que las visitas conyugales se están condicionando entre semana y que incluso el reclamo influye en si se permitirá el acceso a sus familiares durante las visitas los sábados y domingos.
Para los internos, no es desconocido que antes del inicio de la regularización de los folios se cobraba el acceso a visitas. Y más aún: no eran solo los familiares los que acudían a verlos, sino personas ajenas, sin ningún vínculo o interés filial.
Son variadas las protestas de los internos, entre los cuales también figura el malestar porque ahora se exige que los alimentos que sus familiares les llevan tienen que ser introducidos al penal en objetos de plástico, como medida de control, y tienen que ser individuales.
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Los internos han exigido diálogo con autoridades de mayor rango, no con el director del penal, a quien no tienen confianza y en quien centran su malestar. Insisten en hablar con autoridades externas para que pongan freno a los abusos, por lo que, en caso de no recibir respuesta y ser atendidos, señalan que están organizando una protesta pacífica.
Acaso en algunos internos el mayor malestar se deriva de los que durante mucho tiempo han tenido el privilegio de que, de manera irregular, se les permitía portar un teléfono celular, mediante una "módica" cuota.
Afirman que es un instrumento para para estar en contacto con sus familiares, pero la realidad refleja que numerosos delitos, como la extorsión vía telefónica, se sigue realizando desde el interior de los penales. En la solución de esta problemática, que no está gustando a algunos presos, se está trabajando ya, afirma el secretario de Seguridad Pública, Miguel Ángel Urrutia, quien afirma que está en proceso la instalación de teléfonos comunes, a los que vía la compra de tiempo en una tarjeta, con su número de folio, los internos podrán tener acceso.
Son estos algunos de los cambios y de las resistencias en el penal de Atlacholoaya, cuyo tránsito a un verdadero centro de readaptación social no estará exento de protestas y de cambios indispensables.