Los 70 son los nuevos 60: envejecimiento saludable redefine la longevidad
En el último siglo, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente en la mayoría de los países, y las vidas más longevas se están convirtiendo en una norma. Un reciente estudio internacional, publicado en Nature Aging, comparó la salud de los adultos mayores actuales con generaciones previas y encontró que las personas mayores de hoy disfrutan de niveles más altos de funcionalidad física y cognitiva.
Mayores capacidades físicas y cognitivas
El concepto de “capacidad intrínseca”, desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), engloba las habilidades físicas, mentales y sensoriales que permiten a una persona desenvolverse en su entorno. Según Jay Olshansky, investigador en envejecimiento de la Universidad de Illinois, este estudio demuestra que la capacidad intrínseca es modificable y puede mejorarse con factores como educación, buena nutrición y prevención médica.
Los resultados mostraron incrementos significativos en indicadores clave como la fuerza física y las habilidades cognitivas. Por ejemplo, la fuerza de agarre mostró un aumento promedio del 15% en las generaciones actuales, mientras que pruebas de memoria y velocidad de procesamiento también reflejaron avances importantes.
El papel de las políticas públicas y las desigualdades
El estudio, liderado por John Beard de la Universidad de Columbia, utilizó datos de estudios longitudinales en Inglaterra y China. Los hallazgos subrayan la necesidad de políticas públicas que fomenten un envejecimiento saludable, incluyendo el diseño de entornos urbanos que promuevan la movilidad y la integración social de los adultos mayores.
Sin embargo, las mejoras en la capacidad intrínseca fueron más notorias en los grupos socioeconómicamente privilegiados, lo que evidencia la importancia de reducir las desigualdades para garantizar que los beneficios del envejecimiento saludable lleguen a todos.
Un llamado a la acción
El doctor Emmanuel González-Bautista, investigador en longevidad, sugirió que las políticas laborales y los costos de seguros deberían ajustarse no solo a la edad de las personas, sino también a su cohorte de nacimiento, para reflejar mejor su estado de salud y riesgos.
Además, el estudio advierte sobre factores emergentes como la obesidad, que podrían amenazar los avances logrados en el envejecimiento saludable. Como enfatizó Beard, “no hay garantía de que estos progresos continúen”, por lo que es crucial consolidar los logros actuales y abordar nuevos desafíos.
Con información de Infobae
*ARD