Recuperando la Confianza en Morelos: Un Empujón hacia la Democracia y la Economía
En un contexto en el que la confianza en las instituciones se encuentra más frágil que nunca, las declaraciones de Francisco Sánchez Zavala tras la reciente reunión entre los diputados locales y la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, adquieren un peso significativo. La necesidad de cambiar la narrativa para recuperar la confianza y reactivar la democracia y la economía en nuestro estado no es solo un llamado a la acción, sino un imperativo que debe ser atendido con urgencia.
La economía no opera en un vacío; está íntimamente ligada a las percepciones y emociones de quienes participan en ella. La teoría del “pequeño empujón” de Richard H. Thaler, Premio Nobel de Economía en 2017, nos enseña que nuestras decisiones económicas no son meramente racionales. En su lugar, están influenciadas por un entramado de factores psicológicos que a menudo escapan a nuestra comprensión consciente. En Morelos, esta realidad se manifiesta de manera palpable. La desconfianza en las instituciones gubernamentales ha generado un clima de incertidumbre que se traduce en decisiones económicas más cautelosas, tanto por parte de empresas como de individuos.
Cuando hablamos de confianza, nos referimos a un activo invaluable. Esperamos que nuestras instituciones actúen con imparcialidad, equidad y eficiencia. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de cómo la falta de transparencia y la corrupción han erosionado esta confianza. La incertidumbre que se genera a partir de mensajes confusos y contradictorios no solo afecta la percepción pública, sino que también genera un “empujón” negativo, una parálisis que impide el crecimiento económico y la participación ciudadana.
La tarea de los legisladores y la gobernadora es, por tanto, monumental. No se trata solo de implementar políticas económicas; se trata de construir un relato que recupere la confianza de los morelenses. Esto implica ser transparentes en la gestión pública, fomentar el diálogo y la participación ciudadana, y, sobre todo, demostrar que las instituciones están al servicio de la gente y no de intereses particulares.
Uno de los primeros pasos en este camino podría ser la promoción de espacios de participación ciudadana en la toma de decisiones económicas. Involucrar a la comunidad en la elaboración de planes económicos y de desarrollo no solo fortalece la confianza, sino que también permite que las decisiones se tomen con un entendimiento más profundo de las necesidades locales.
Asimismo, es fundamental que se priorice la rendición de cuentas y la transparencia en la administración pública. La implementación de mecanismos que permitan a los ciudadanos conocer cómo se gestionan los recursos y qué resultados se están obteniendo puede ser un gran “empujón” hacia la restauración de la confianza.
En conclusión, el llamado de Francisco Sánchez Zavala no debe caer en oídos sordos. La reactivación de la economía y la democracia en Morelos depende de nuestra capacidad para cambiar la narrativa y reconstruir la confianza en nuestras instituciones. Solo así podremos avanzar hacia un futuro donde la economía florezca y la participación ciudadana sea la norma, no la excepción. En este esfuerzo, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. Es momento de unirnos y trabajar juntos por un Morelos más fuerte y confiable.