Neurodatos. Tu esencia capturada en ceros y unos
Para nada es Ciencia Ficción, es neurotecnología y se desarrolla desde hace años.
Resulta que los datos generados a través de tus ondas cerebrales, ya son captadas, medidas y registradas a través de la llamada neurotecnología y, esta revolución científica, opera con Interfaces-Cerebro-Computador, BCI por sus siglas en inglés y, ahora es posible que tus ondas cerebrales sean procesadas y decodificadas para obtener datos fisiológicos, pensamientos, sentimientos o estados de salud y por si fuera poco, inferir y revelar tu información personal, y todo mediante el uso de Inteligencia Artificial IA.
Desde luego que los neurodatos, son datos personales. La información cerebral es única y personal con características particulares que están determinadas por factores genéticos, biológicos, no genéticos y ambientales que permiten identificar a una persona a través de su anatomía cerebral, algo que podría usarse, por ejemplo, en la autenticación biométrica.
Los especialistas lo describen de la siguiente manera: “Las interfaces neuronales registran, miden y procesan las ondas cerebrales de las personas conectadas a ellas y la IA se encarga de traducir los neurodatos y, se emplean para permitir la interacción entre el mundo físico y el virtual, a través de predicciones e inferencias extraídas de la información obtenida”.
El primer paso ya está dado. Tus ondas cerebrales -con o sin tu consentimiento, una situación aún no regulada por ninguna Ley en el planeta- son la materia prima para poner a funcionar las Interfaces-Cerebro-Computador. La aplicación de esta neurotecnología, parece tener un futuro prometedor y según argumentan los desarrolladores, la base de esto es la aparente “…necesidad de las personas de vivir experiencias más inmersivas desde la comodidad de su propio hogar o bien, un salón privado”.
Y es que las interfaces neuronales, registran, miden y procesan las ondas cerebrales de las personas conectadas a ellas y la Inteligencia Artificial se encarga de traducir esos neurodatos, que se emplean para permitir la interacción entre el mundo físico y el virtual, a través de predicciones e inferencias extraídas de la información obtenida.
Ya se prevé que los nuerodatos no solo serán un jugoso mercado con increíbles utilidades económicas, también lo pueden ser para un efectivo control de la población en su apreciación y manipulación de la realidad; por lo pronto, hay dos noticias: una es mala y la otra peor. La mala es que están alimentando el proyecto con tu propia información, extrayéndola del uso personalizado que tú das a cada minuto en tus propias redes sociales y el uso del internet, y la peor, es que, en un futuro, podrás tener un universo inmersivo y exclusivo, ¡sí! y a tu exacta medida; pero… deberás gastar mucho en comprar un equipo muy sofisticado y además, pagar por esta innovación que tú ayudaste a construir sin que te dieras cuenta, al regalar tu información personal.
Más alternativas de uso de los neurodatos es la aplicación en temas de seguridad nacional al tener una estricta autenticación de las personas, también pueden ser empleados en la ingeniería militar, desde luego el ocio y el entretenimiento; principalmente en los videojuegos, sin olvidar el metaverso, donde tu avatar, podrá reflejar tu estado de ánimo y tus expresiones y el medio donde tú deseas interactuar, adaptarse, logrando así, ofrecerte una experiencia completa que te haga “sentir” que estás realmente ahí. Y decir ahí, es decir escenarios virtuales de todo tipo; desde los bizarros, bélicos, ecuménicos, místicos, cósmicos o bien, pornográficos.
Los neurodatos, en conjunto con el uso de la Inteligencia Artificial, pueden usarse para inferir y revelar tu información personal, y lo más curioso, es que esa información personal, puede incluso no ser conocida por ti mismo, algo así como capturar lo que hay en lo más oscuro, recóndito y profundo de tu ser y ser extraído por medio de ceros y unos.
El caso es que los neurodatos, son susceptibles de utilizarse con fines predictivos o de perfilado en diversos campos como la medicina, la publicidad, los mercados financieros, las preferencias políticas y electorales, entre otras.
Nuestros recuerdos, pensamientos y sentimientos son, quizás, la información más íntima y privada que tenemos y que estos puedan registrarse, procesarse e interpretarse para predecir comportamientos, enfermedades o interactuar con un medio virtual, los convierte en datos personales que, en muchos casos serán considerados datos de categorías especiales y, esto nos lleva ya al siguiente epígrafe por los riesgos que implica para la libertad de pensamiento y otros derechos fundamentales.
No es para nada y en absoluto Ciencia Ficción y en consecuencia, ahora ya se escucha hablar más del tema de los neuroderechos, porque desde hace años, los resultados de las investigaciones y aplicaciones de la neurotecnología, ya pueden emplearse, no solo para interpretar la información cerebral, sino también para alterar la actividad cerebral a través estímulos neurológicos y sin duda alguna -sin la sombra del conspiracionismo-, modificar el comportamiento de las personas a corto y largo plazo.