Vivir con miedo
El buscador hace su tarea y me remite a una nota del Excélsior: “Asesinan a abuelita en papelería de Cuernavaca, Morelos. Una mujer de la tercera edad fue asesinada en una papelería por un sujeto armado que se desplazaba en una motocicleta en Cuernavaca, Morelos.El sujeto llegó hasta el negocio de la abuelita, donde le disparó en la cabeza y después huyó del lugar, los hechos se registraron alrededor de las 12:00 horas en la calle Galeana de la colonia Antonio Barona.De acuerdo al testimonio de su hija, un sujeto que viajaba en moto llegó al negocio y comenzó a pedir mucha mercancía, su hija salió para ir por una bolsa grande y al regresar escuchó una fuerte detonación y observó a su madre tirada en el piso.La mujer que perdió la vida fue identificada como Oralia Camacho Trinado, de 64 años de edad, quien fue identificada por sus familias. En tanto, el responsable se dio a la fuga del lugar sin ser detenido y sin que hasta el momento se conozca su identidad”. Pienso: un seguro un asalto o cobro de derecho de piso.
La mente me lleva al comentario del otro día, de un amigo microempresario: “Cerré el negocio porque me pidieron derecho de piso” y los múltiples casos de este tipo, que nos llegan día a día… como es que se crean grupos de whatsapp para avisarnos entre los ciudadanos, para no ir por este o aquel camino en el que se escucharon detonaciones o han venido asaltando a la gente, para pedir apoyo para recuperar los vehículos robados… Pensé, en como por la mañana, cuando me senté en el zócalo para enviar mis adelantos, me dio temor cuando un hombre me pidió la hora… me tuve que mover, ya no me sentía cómoda. Pensé en cómo, se metieron a robar a la casa de un conocido, cuando estaba dormido: “Me levante con olor a mostaza en el cuarto y dolor de cabeza. Se llevaron mi cartera y me dejaron sin identificaciones y sin teléfono celular y hasta dejaron bien acomodado el cable del cargador, pero no se llevaron la pantalla o el microondas”.
Es esa realidad, la que empatada con los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana correspondiente al segundo trimestre del 2022 que realiza el INEGI en todo el país y que destaca que en Cuernavaca y su zona conurbada, se cometen los principales delitos.
“Los ciudadanos de Cuernavaca viven con miedo”, dice Ricardo Torres Carreto Coordinador Estatal del INEGI. Cita que del total de la población de más de un millón de habitantes, el 80 por ciento tiene el temor de ser asaltado afuera de los cajeros automáticos, por el lugar donde camina para llegar a sus domicilios y en el transporte público".
"Si tenemos la medición de que en Cuernavaca hay poco más de un millón de habitantes, tener el 80 u 81 por ciento en percepción de inseguridad implica que tienen un temor a ser víctimas de algún delito, es decir, 81 de cada 100, lo que implica una descripción que es importante tomar en cuenta".
La Encuesta Nacional de Seguridad Urbana correspondiente al segundo trimestre del 2022 establece que la percepción de la inseguridad disminuyó ligeramente contra el primer trimestre que fue arriba del 82 por ciento y ahora es del 81 por ciento.La encuesta se hizo en 75 ciudades en todo el país. Son datos oficiales.
Y nosotros nos preguntamos si realmente los encargados de la seguridad en Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros y en Cuernavaca, Alicia Vázquez Luna, realmente los conocen y comprenden; más aún, si los gobernantes de Morelos y de la capital morelense, ¿conocen esa sensación de indefensión que enfrenta la ciudadanía? Pareciera que no, porque toman decisiones alejados de la ciudadanía, sin incorporarlos y sin tomar en cuenta sus opiniones o sus necesidades --más bien, los han dejado plantados, cuando buscan colaborar con la autoridad, bajo el pretexto de que no conocían la ubicación de los encuentros--, mucho menos, los datos oficiales…
Los morelenses, al igual que el resto de los mexicanos, requieren respuestas reales y seguimos sin tenerlas. Seguimos viviendo con miedo.
No bastan los discursos o argumentar que hay un embate de los detractores políticos en su contra, porque, señores gobernantes, ni al microempresario que comenzaba con su negocio, ni al hombre al que lo asaltaron mientras dormía, ni a los pasajeros del autobús que atracaron camino a Tepoztlán, le importan los vínculos políticos o aspiraciones electorales de los funcionarios, solo quieren vivir sin miedo.
¡Como quisiera que esa frase no fuera un mero deseo aspiracional!
*IR