Morelos, tierra de migrantes
Ya todos conocemos y hemos lamentado el desafortunado suceso del tráiler abandonado en San Antonio Texas, con 52 migrantes adentro, que fallecieron por falta de oxígeno y temperaturas de hasta 50 grados. Según confirmaron las autoridades, un morelense, con raíces en el municipio de Jojutla, se encuentra entre las víctimas de la tragedia de migrantes en Estados Unidos. La administración de Juan Angel Flores Bustamante, realizó una búsqueda minuciosa en los archivos de las diferentes áreas a fin de coadyuvar con las autoridades migratorias y, través de la oficialía 01 del Registro Civil se logró identificar el registro de la persona con el nombre señalado por las autoridades Juan Valeriano Domitilo.
Más tarde, el poder Ejecutivo informó que se estableció comunicación con la familia del connacional morelense que lamentablemente perdió la vida el pasado 27. El titular de Sedeso, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, acudió al domicilio de la víctima en el municipio de Cuernavaca y tuvo contacto con Alicia “N” y Leonardo “N”, quienes son dos de los tres hermanos de Juan “N”. Ellos le informaron al funcionario que desde hace 20 años, vivía en el país vecino junto a su esposa y tres hijos, todos mayores de edad: por lo que la decisión sobre lo que pasará con el cuerpo del migrante morelense es de su esposa e hijos que viven en el país norteamericano.
Esa, es una de las miles de historias (con final trágico) de migrantes mexicanos, de morelenses, en Estados Unidos. Hay otras más, decenas, cientos, miles, en los que los hombres y mujeres que abandonan la tierra morelense, logran el sueño americano, logran la legalización de su estancia, trabajan de sol a sol o en condiciones por mucho más cómodas que aquí y se integran a sus comunidades, como ciudadanos de bien. Muchos de ellos y ellas, siguen dejando parte de su corazón en Morelos y realizan inversiones importantes en el afán de que, quienes se quedan en territorio nacional, accedan a mejores condiciones de vida. Cada semana, remiten importantes volúmenes de remesas y sostienen en gran parte, la economía local.
Incluso, algunos se organizan en los clubes de Migrantes Morelenses en el Extranjero y respaldan los proyectos de gobierno. Financian acciones de beneficio social, que transforma a las comunidades.
En casi todos los hogares morelenses, hay un tío, un primo, una prima o una madre, que se han visto obligados a migrar al extranjero, especialmente a Estados Unidos, de manera ilegal y sus historias se entrelazan con los de cientos de centroamericanos, filipinos y hasta cubanos. Para muchas de las familias morelenses, términos como coyote, pollero, cruzar el monte, la migra o la tarjeta verde, no son desconocidos. Algunas familias, llevan la tradición migrante desde los bisabuelos que fueron llamados por el Gobierno de Estados Unidos, para levantar las vías del tren en Texas o pizcar algodón y jitomate en California. Los bisabuelos regresaron a la tierra y levantaron sus casas, dejando el anhelo en los ahora abuelos, padres y nietos, la posibilidad de salir adelante, pero también el sabor de la desintegración familiar, el abandono y la depresión ante la ausencia. Lo lamentable es que, habiendo tanto potencial entre la comunidad morelense en Estados Unidos, la ignorancia y el desconocimiento de los funcionarios del área, no le den, desde el Gobierno del Estado, la importancia que realmente le merece este segmento, el de la población migrante… estos cargos, se rellenan con compromisos políticos y no con gente interesada en el tema, especializada en el área y sensible a este fenómeno humano… hay desatención en el sector, bueno ¡en ese y muchos otros!
*IR