La educación, el imperio de la razón / Los óbices, mal necesario / Sindicalismo, tiempos venideros
Desde tiempos inmemoriales, la educación toma parte de una formación indispensable de vida para poder cohabitar y subsistir en un mundo que demanda conocimientos sobre agricultura, ganadería, convivencia social, salud, entre varios agentes que coadyuvan a la supervivencia del ser humano. De esa forma, lo hacían las comunidades primitivas cuando dejaron el nomadismo para asentarse en un lugar y emplear la caza y recolección, conocimientos que fueron heredados para las siguientes generaciones con una pedagogía errática pero práctica. A lo largo de las civilizaciones, distintas prácticas y corrientes filosóficas se han puesto a prueba y marcha, y en distintos intersticios desde el origen de la Secretaría de Educación Pública (SEP), hemos planteado desde los espacios áulicos una educación centrada en el conocimiento (saber), en las actitudes (saber ser) y en las destrezas (saber hacer), hablamos de las teorías del aprendizaje: cognoscitivismo, conductismo y constructivismo. En todo escenario utópico, desde el origen mismo de las planeaciones didácticas, proemio marcado en la previa al inicio del ciclo escolar del Sistema Educativo Nacional, se traza la ruta pedagógica de buscar como propósito y a partir de los aprendizajes esperados, el contar con niñas, niños y jóvenes (NNJ) que tengan la capacidad de aprender a aprender, que resuelvan problemas de su contexto y de que posean de forma endógena la habilidad de priorizar la razón, como premisa básica de la connivencia necesaria para la construcción de una mejor sociedad, preparando para ello a cada NNJ con una inferencia vocacionada que permita interiorizar en las y los discentes una luz llena de conocimientos que faciliten la apertura de conciencia y la razón como eje conductor de sus vidas. Si las Maestras y Maestros (MyM) logramos eso desde los espacios áulicos, seguramente nuestras NNJ dejarán de tener la mente hipotecada ante los dueños de la información, veraces y oportunistas del consumismo mercantil, la televisión, la radio y ahora las redes sociales, cautivadoras con un gancho digital en un mundo donde la docencia no ha podido entrar, no puede y no sabemos si podrá hacerlo, por una carente falta de formación en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
A cada uno de los actores políticos que adosan los destinos de la Educación Pública en Morelos y en México, seguramente les faltó la visión que se plantea en estas líneas, que son las de despertar su conciencia para poder servir desde el poder y no servirse de él. El servilismo ante políticas partidistas y no públicas mantiene el sesgo burocrático en una educación que no cumple con lo establecido en el Art. 3ro. de nuestra carta magna ni de los preceptos que emanan de ella. Así pues, vemos a una titular de educación federal ajena a intereses educativos (pese a ser Maestra de profesión) y observada por los diezmos "voluntarios" de los trabajadores durante su paso en Texcoco, y preparando el terreno rumbo al 2023 en el Estado de México. En el territorio subnacional, observamos a un terciado Secretario de Educación, quien pese a buenas e ingentes intenciones no incide en la implementación de políticas públicas derivadas en apariencia de su gestión, pero en realidad concebidas desde el recinto de Lomas de Cortés, el Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), quien posee un poder económico y decisorio que debe justificar ante cada acción y decisión errada por su titular de voz sollante y por sus colaboradores cercanos. Quizá, como nunca, se ha esperado muy poco del desempeño de los actores que representan los destinos de un IEBEM dubitativo, inoperante y ausente, ya que solo se espera de ellos que firmen la nómina y dejen pasar el tiempo necesario para que se les permita llenar los bolsillos a fin de mantenerse tintineantes durante tres años más en una gestión que habrá hecho historia como la peor en la Entidad Morelense.
La oprobiosa administración sindical actual de la Sección 19 del SNTE en Morelos, ya se apresta para realizar la cuarta consulta para la conformación de un Pliego Nacional de Demandas 2022 que organiza el CEN del SNTE por mandato del líder nacional Mtro. Alfonso Cepeda Salas. Sin embargo, es necesario preguntarse cómo se puede pedir o solicitar algo que tienda a la mejora prestacional, asistencial, salarial, y las que ocupa la negociación SEP-SNTE 2022, si antes no han sido resueltas las problemáticas del orden local como los innumerables pagos a los trabajadores de la educación de distintos niveles educativos y ni qué decir de las MyM de nuevo ingreso, quienes reciben la bienvenida a un Sistema Educativo Estatal cooptado por personajes en cuyas voluntades no existe la vocación de servicio y en donde priva el desdén hacia sus congéneres, MyM, de los que han estado en los salones desde siempre y no han sido solo prófugos del pizarrón (como varios funcionarios).
En este sentido, ha de registrarse que ya comienzan los trabajos furtivos de varios actores magisteriales que buscan ocupar la máxima silla sindical de la entidad. Hasta ahora, abiertamente los Maestros Yossmin Castillo Castrejón, Marco Aurelio Mares Caspeta, Felipe Castro Valdovinos y Joel Sánchez Vélez han levantado la mano, aunque ello no signifique que actores con menos capital político busquen contender por ese espacio de poder. Ante la publicación de la convocatoria, cada actor deberá reunir a poco más de 120 compañeros para conformar la planilla y distintos órganos de gobierno. La pregunta necesariamente obligada en tiempos de los próximos procesos comiciales que se avecinan para el relevo de la Sección 19 del SNTE en Morelos es: ¿todos están en esas condiciones?
Conclusivamente el que redacta se pregunta, ¿urgen los cambios sindicales para dignificar la labor de los trabajadores de la educación?, ¿cuándo liberará el CEN del SNTE la convocatoria en Morelos?, ¿se resolverán las problemáticas magisteriales antes del 15 de Mayo?
Como siempre se afirma, el que hace el candado… hace la llave.
*IR