Imparables, talamontes en Huitzilac, afirman ambientalistas y lugareños
De la misma manera como es insuficiente el número de elementos y las acciones de los tres órdenes de gobierno contra los cárteles de la droga y la extorsión, lo mismo está ocurriendo con las bandas de talamontes en la zona norte de la entidad, sobre todo en Huitzilac, donde a cada golpe que se da desmantelando algunos aserraderos clandestinos o deteniendo sus camiones con maderas preciosas, las bandas delictivas responden incendiando vehículos, sembrando terror en las comunidades, de acuerdo a denuncias de grupos ambientalistas y lugareños.
Poco importa que toda la zona, más allá de Huitzilac, haya sido decretada como Área Natural Protegida, porque solo lo es en el papel, puesto que continúa siendo el botín de bandas criminales ecocidas que desde que inició la presente administración han aumentado tanto la cantidad de madera extraída ilegalmente, como el número de aserraderos clandestinos, sin que se vea una estrategia de combate coordinada por los tres órdenes de gobierno para terminar con esta práctica.
Los propios lugareños y los grupos ambientalistas han sido amenazados de muerte por denunciar que diariamente, a plena luz del día, operan las bandas, a las que acusan de estar coludidos con al menos 200 comuneros de los más de dos mil que hay en el municipio y que lo mismo contratan a jovencitos para la ilícita actividad, que traen gente a sueldo de otros estados para arrasar con la zona boscosa.
En febrero de este 2024, se registró un enfrentamiento entre elementos de la Guardia Nacional y presuntos talamontes que en un vehículo transportaban madera. Los presuntos delincuentes incendiaron la camioneta, incluso hubo intercambio de disparos, que algunos dijeron eran cohetones, e incluso se habló de personas heridas que nadie reportó. Los hechos ocurrieron a 500 metros de las instalaciones del Ayuntamiento de Huitzilac, en las inmediaciones de una gasolinera, hechos y videos ampliamente difundidos incluso en las redes sociales.
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Lo más grave es referido por el periodista de investigación sobre las bandas delictivas que operan en el país, Ricardo Ravelo, porque en el caso de Huitzilac, en agosto de 2023, después de que la Secretaría de la Defensa Nacional aseguró varios aserraderos clandestinos, la reacción de las bandas criminales no se hizo esperar y fue en extremo virulenta.
Narra el periodista que los delincuentes bajaban a los pasajeros de camiones y automovilistas, metralla en mano y quemaron algunas unidades, en la México-Cuernavaca, en hechos que lo mismo fueron más violentos en Topilejo, en la Ciudad de México, lo mismo que en las vías que conducen a Acapulco.
Ravelo desnuda lo que los lugareños padecen a diario: una red de secuestro carretero, robo de autos, tráfico de maderas y posiblemente de drogas. El llamado “Cártel de los talamontes” no solo opera en Huitzilac ni es esta su única actividad, pues además figuran la extorsión y el secuestro a comuneros.
Son los propios comuneros los que se están organizando con sus compañeros de la zona limítrofe del Edomex y de la Ciudad de México, pero dado el respaldo que los talamontes tienen de las grandes organizaciones criminales, se duda mucho que puedan hacer algo, frente a bandas criminales bien armadas y con estrategias que replican en todo el país, en tanto que las autoridades de Morelos y su Comisión Estatal de Seguridad Pública están a la expectativa solamente, con una pasividad que sorprende, por decir lo menos.