Arrebato de la estafeta
A medida que nos acercamos al final de la administración estatal encabezada por el Gobernador Cuauhtémoc Blanco, es indispensable reflexionar sobre el contraste evidente en el liderazgo y compromiso entre la gobernadora electa, Margarita González Saravia, y el actual mandatario. En apenas una semana, Margarita ha dejado en claro su capacidad de gestión y su enfoque en temas cruciales para el desarrollo económico de Morelos, mientras que Blanco parece estar ausente y desinteresado en las responsabilidades que le incumben como gobernador.
La dedicación y compromiso de Margarita con el bienestar de los ciudadanos de Morelos son encomiables. Su liderazgo proactivo y su visión clara del futuro de la entidad la convierten en una figura esperanzadora y necesaria en un momento en el que el estado necesita un impulso renovado y una dirección firme.
Cómo no lo habíamos visto en ningún otro proceso de transición, la gobernadora electa, Margarita González Saravia parece que ya le arrebató la estafeta al ejecutivo estatal. Y lo decimos en el buen sentido porque su agenda, la de Margarita, durante esta semana, se ha enfocado a dar seguimiento a pendientes importantes en la entidad que tienen que ver con un tema primordial: el desarrollo económico. En contraste a Blanco pareciera que ya ningún tema sobre el estado le interesa. Está ausente de todas las tareas importantes de su encargo y solo de cuando se asoma a inauguración de obras federales o a la famosa para la construcción de La Paz que, en realidad no construye nada. Margarita en esta semana dio seguimiento al proyecto habitacional de dos zona sur poniente de Cuernavaca y lo hizo acompañada de dos presidentes en funciones, así como del titular del INFONAVIT. Fue notoria la ausencia de Blanco. Del mismo modo En un esfuerzo para transformar el transporte aéreo en Morelos, Margarita encabezó una mesa de trabajo en el Aeropuerto Internacional Mariano Matamoros con el objetivo de reactivar los vuelos comerciales y de carga internacional. Si se reabre esa sede aérea no será por mérito de la presente administración sino producto de que Margarita ya tomó la estafeta ante tanta inoperancia del gobierno todavía actual.
Es innegable que Margarita ha tomado la iniciativa y se ha convertido en la líder que guía el cambio y la transformación en Morelos. Su labor y su enfoque en soluciones concretas son un ejemplo de lo que podría identificarle de convertirse en una gobernante comprometida con el progreso y la prosperidad de su región.
A medida que nos preparamos para la transición de poder, es esencial que Margarita continúe con su labor en pro de un Morelos mejor. Su capacidad para movilizar recursos, generar alianzas estratégicas y enfocarse en el desarrollo económico y social de la entidad son atributos que la perfilan como una gobernadora capaz de enfrentar los desafíos actuales y futuros.
En resumen, la actividad proactiva de Margarita González Saravia como gobernadora electa representa una oportunidad única para Morelos. Su liderazgo inspirador y compromiso con el progreso del estado son un rayo de esperanza en medio de la inacción y desinterés que han caracterizado la administración saliente. Ahora más que nunca, es crucial apoyar y respaldar esta acción desde cualquiera de los sectores de la sociedad, porque se trata de personas que están dispuestos a trabajar incansablemente por un futuro mejor para todos los morelenses.