La rectora de la UAEM
La crisis financiera que por varios años ha enfrentado la UAEM pasa por varias administraciones en la rectoría ocupada por investigadores o académicos que, sin experiencia en políticas públicas, escasamente vinculados hacia afuera de la máxima casa de estudios y proclives a los vaivenes de la principal fuente de financiamiento, es decir la oficial o la que prevén los gobiernos de los tres niveles, fueron un desastre. En suma, rectores como Gerardo Ávila García, Fernando Bilbao y el actual Gustavo Urquiza, sentenciaron la institución a la mediocridad por su falta de visión y pericia para solventar su desarrollo.
Otros rectores como Carlos Celis, Sergio Figueroa y Fausto Gutiérrez, ejemplifican la otra cara de la moneda. Siendo académicos y políticos, aprovecharon sus relaciones con actores políticos de su época para acrecentar el patrimonio universitario y desarrollar múltiples programas académicos que sentaron las bases de un prestigio nacional para la UAEM ganado a pulso, el cual tuvo sin duda su máximo esplendor en la gestión de Alejandro Montalvo, quien a finales de la década de los 80’s y principios de las de los 90´s, logró colocar varios programas de licenciatura entre las mejores del país, pero sobre todo, el Alma Mater morelense tuvo un crecimiento sin precedentes, gracias al ingreso de recursos de fuentes alternas, es decir, agrupaciones e instituciones públicas y privadas, nacionales y del extranjero, con las que desarrolló vínculos.
La historia y la experiencia debe ser conocida por los universitarios de hoy que tienen en puerta la elección de la próxima rectora, porque de que va a ser mujer es un hecho, luego de que la Junta de Gobierno integrara la terna respectiva y el Consejo Universitaria le diera su visto bueno. Se trata de dos académico-invetigadoras, Viridiana León Hernández, y Lorena Noyola Piña, y una cuya formación académica se combina con la gestión administrativa y el conocimiento de políticas públicas que la vinculan también hacia afuera, es decir Fabiola Álvarez Velazco.
Desde este contexto parecería claro hacia donde deben inclinarse los miembros del Consejo Universitario para su elección, sin embargo, este proceso pasa también por otros intereses y para ello es vital que se conozca la historia, ya que otro factor que se asocia a la crisis financiera es la crisis de liderazgo que han mostrado sus rectores y su tendencia a ceder espacios de decisión al sindicato de trabajadores académicos, al Colegio de Directores o a la Federación de Estudiantes, a quienes pareciera que el subdesarrollo institucional les ha caído bien.
En esta nueva elección de un rector para la UAEM también subyace la oportunidad de elegir a una líder, a quien sume y coordine esfuerzos, pero a quien también tenga la visión para enfrentar los enormes desafíos que la institución enfrenta, entre ellos el de sentar bases para retomar su desarrollo y para ello debe contar con los recursos humanos y materiales necesarios. La universidad se juega algo más que una administración para los próximos seis años y eso deben entenderlo quienes serán los responsables de elegir, al tiempo…
L@S REDES:Para estas alturas de casi cinco años de “gestión” y en la que el gobernador Blanco Bravo no ha dado aún muestra de interés por resolver y atender los problemas y necesidades de los morelenses, su posición va a seguir desgastando el proyecto de la 4T que, en Morelos ha resultado un fiasco. La buena por ahora es que en manos del Congreso del Estado la asignación del presupuesto de egresos del próximo año 2024, requiere y seguramente se le aplicaría cirugía mayor, esto para evitar el “año de Hidalgo”, pues sólo de imaginar que uno de los rubros en los que el exfutbolista quiere seguir gastando a manos llenas, es decir el de su imagen y comunicación, queda justificada plenamente la intervención de los congresistas para amarrarse las manos. Ni hablar, la cúpula morenista decidió darle término constitucional al mandatario y asumir el costo político que tendrá en sus candidatos para las elecciones del próximo año, algo con lo que ya dijimos aquí, es un asunto que tendrán que superar y para ello, más vale que vayan deslindándose de cualquier nexo con el peor gobernador de Morelos en su historia, veremos…
*IR