Construir desde abajo un programa político de lucha independiente
Mientras arriba se desarrollan campañas hacia 2024 que son un monumento a la sinrazón, faltas de ética y mentiras de a montón, desde abajo se impulsa el debate de ideas y propuestas para construir una plataforma de lucha que permita recuperar los consensos generales o ejes de lucha mencionados en el conjunto de las discusiones de la primera Convención Nacional Democrática de las y los Trabajadores. Se tiene como objetivo avanzar un programa político de lucha para las organizaciones sindicales y cooperativas. Esta plataforma, es la base o el piso de consenso, desde el cual estamos dispuestos a avanzar de manera colectiva y organizada, señala el documento aprobado por la plenaria de la Convención.
Ante los ataques y descalificaciones a los movimientos, promoveremos la más amplia defensa de los derechos sindicales, laborales y sociales. Por una verdadera recuperación del poder adquisitivo demandando un aumento sustancial al salario mínimo, en todo el país y un aumento generalizado en todas las formas de percepción salarial, salarios profesionales y contractuales. La democratización del mundo del trabajo, que pase por la férrea defensa de la autonomía e independencia sindical y la lucha frontal en contra del sindicalismo de protección que durante años ha servido para mantener en pésimas condiciones a la clase trabajadora mexicana.
Mediante la lucha independiente buscamos garantizar el derecho a la contratación y negociación colectiva, con la prohibición del outsourcing y todas las formas de simulación contractual. Por el reconocimiento de la relación laboral de las y los trabajadores de plataformas digitales, quienes carecen de seguridad social, prestaciones básicas y derechos laborales plenos, por el reconocimiento y respeto de los derechos laborales para las y los trabajadores independientes, autónomos y del medio artístico. Por una nueva reforma laboral integral que considere realmente la opinión, la perspectiva y participación de las y los trabajadores y sus organizaciones. La reducción de la jornada laboral sin afectación del salario, de forma específica se plantea una jornada máxima de 40 horas semanales y 8 horas diarias. El impulso de la igualdad sustantiva con la incorporación y participación de la mujer trabajadora, sus demandas específicas para alcanzar la igualdad, combatir la discriminación y construir ambientes libres de violencia. El reconocimiento del trabajo reproductivo y de cuidados, como un área específica que debe ser protegida por el conjunto de la legislación mexicana y las instituciones de seguridad social.
Luchamos por el restablecimiento del régimen de Seguridad Social Solidaria, tripartita e intergeneracional, por la eliminación de los esquemas de cuentas individuales para el retiro. Por el mejoramiento de las pensiones, en concreto se propone impulsar que ninguna persona pensionada gane por debajo de un salario mínimo. Que el esquema de pensiones se calcule conforme al salario mínimo y no en Unidades de Medida (UMA’s).
Sobre el cooperativismo y la economía social solidaria, nuestro principal objetivo en el mediano plazo es impulsar el Derecho Cooperativo, que requiere de un cambio de fondo y romper con la dependencia de la Ley de Sociedades Mercantiles. Se tiene que tomar en cuenta que incluso la OIT emitió su Recomendación 193, y la ONU tomó una Resolución en marzo pasado, donde se establece la necesidad de promover la Economía Social y Solidaria, para el desarrollo sostenible. Nuestra propuesta es construir una alternativa autogestiva, solidaria, unitaria e igualitaria.
Para el sector de Ahorro y Préstamo buscamos el reconocimiento de estas organizaciones como cooperativas, y de esta manera eliminar la sobrerregulación de parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que intenta hacer pasar a las cooperativas como si fueran parte del sector bancario. Hay que liberar a las cooperativas de los criterios mercantilistas de esa Comisión. El cooperativismo es una alternativa, pero debemos marcar una clara relación con el Estado, rompiendo con la dependencia y el corporativismo. Asimismo, debemos crear un movimiento que rompa con la lógica del capital.
Entre las principales reivindicaciones sociales y políticas, se requiere la coordinación de esfuerzos para lograr cambios legislativos y echar atrás las reformas neoliberales impuestas por los gobiernos pasados y que hasta hoy se mantienen intactas. La implementación de políticas públicas para desprivatizar el agua, la energía y los servicios públicos como la educación y la salud. Por derechos culturales para todos y todas, en reconocimiento de la diversidad cultural e identitaria que existe en nuestro país. Contra la militarización, la violencia y todas las formas de guerra contra los pueblos, afirmando que nuestra lucha es por la vida.
Por el rescate de la soberanía alimentaria, la defensa del territorio y el medio ambiente, contra las políticas de despojo y por la dignificación de las y los trabajadores agrícolas, construyendo una sólida alianza con las comunidades indígenas y campesinas. Por la suspensión del pago de la deuda pública, el impulso de medidas de transición hacia una economía social y solidaria que junto con la protección de los derechos humanos laborales combatan las causas materiales de la desigualdad.
Por una Nueva Constituyente fundacional de un México justo, libre, democrático e igualitario. El combate contra las violencias machistas y por ambientes de trabajo verdaderamente inclusivos. Por la inclusión y desarrollo de la dimensión ambiental, defensa del medio ambiente, recursos naturales y del territorio. Por la renacionalización del sector energético, petróleo, gas y electricidad. Por la aprobación de la iniciativa ciudadana de Ley General de Aguas. Por el alto a la privatización de los servicios públicos. Lucharemos en contra de la militarización del país.
Porque es tiempo de que las cosas cambien. Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden
*IR