El desafío: gobierno y/o control social || ¡A ver! ¿qué “quere el pueblo güeno, p´al” 2024?
El problema de gobernar y/o controlar socialmente, surge cuando estos dos conceptos se mezclan y confunden en manos equivocadas. El desafío entre gobernar y controlar, es un tema complejo que plantea cuestiones fundamentales sobre la autoridad, la libertad y la unidad entre integrantes de una comunidad, -y estas dos perspectivas-, a menudo se entrelazan y generan debates significativos en la política y la teoría social.
Un gobierno proporciona estabilidad y orden en una sociedad al establecer leyes y políticas, garantizando así la protección de los derechos y la seguridad de los ciudadanos, debe ser elegido democráticamente y es la autoridad formal encargada de tomar decisiones y establecer políticas en nombre de la sociedad, mientras que el control social, regula la conducta de sus integrantes a través de mecanismos informales, se manifiesta en las interacciones cotidianas, las expectativas culturales e influencias de otros grupos.
Sobre esto último, podemos dar dos ejemplos: 1.- los usos y costumbres, admitidos por ser un legado ancestral y 2.- las zonas geográficas del país actualmente dominadas y oprimidas por agrupaciones violentas. Aunque ambas acciones están relacionadas con la regulación y el direccionamiento del comportamiento humano, difieren en su naturaleza, alcance y las implicaciones que tienen para la libertad individual y la autoridad.
Ambos son elementos esenciales para el funcionamiento de una comunidad (omitiendo el caso número 2, arriba mencionado), ya que un gobierno proporciona estructura y toma de decisiones políticas, mientras que el control social mantiene cohesión, -o mejor definido-, la unión entre la población a través de la conformidad a las normas y valores compartidos.
Un gobierno que busca ejercer demasiado control sobre su población corre el riesgo de caer en regímenes dictatoriales donde las libertades individuales son restringidas y las voces disidentes silenciadas.
Un gobierno efectivo puede impulsar el desarrollo económico, reducir la pobreza, mejorar las condiciones de vida de su población y promover una mayor igualdad social. En contraste, un régimen basado en el control, lleva consigo abusos de poder, violaciones a los derechos humanos y aumento de las desigualdades sociales. Y aquí, es muy importante no confundir el control con el liderazgo.
Se ha visto que un gobierno eficaz y transparente necesita ejercer cierto grado de control para mantener el orden y garantizar el cumplimiento de las leyes; sin embargo, esto debe hacerse dentro del marco legal establecido y respetando los derechos civiles fundamentales.
La perspectiva de controlar, se centra en las normas sociales, los valores compartidos y la presión de la comunidad como un mecanismo para regular el comportamiento y mantener la cohesión social.
Algo amenazador y pernicioso en el control social es que no necesariamente existe la legitimidad otorgada de manera formal, pues también puede estar basado en relaciones jerárquicas desiguales o imposiciones coercitivas que llegan a eludir el reconocimiento de un gobierno (ahí sí se encuadra el caso número 2).
El gobierno opera a través de instituciones formales, como el poder ejecutivo, legislativo y judicial, tienen un marco legal y constitucional que regula su funcionamiento y sus responsabilidades. Los gobernantes están sujetos a la ley ya menudo tienen la obligación de rendir cuentas a través de procesos legales, como juicios políticos o elecciones periódicas.
El desafío entre gobernar y controlar refleja la complejidad de la interacción entre el poder político y la dinámica social en una comunidad. No existe una solución única para esta tensión, ya que las respuestas varían según la cultura, el contexto histórico y las circunstancias específicas.
Entonces… de acuerdo a la realidad nacional y entrados ya en temas electorales, aunque fue evidente y sin banderazo de salida oficial, pues todos sabemos que fue un disfrazas eso de los eventos llenos de acarreo donde se decoraron las narrativas con descripciones ilusas y simplistas para no violar las leyes que condicionan el verdadero inicio, la pregunta obligada después de ese gran circo de eufemismos, es únicamente para las y los mayores de 18 años, esa ciudadanía que es la encarnación de la democracia a través de las urnas:
¡A ver! ¿qué “quere el pueblo güeno, p´al” 2024?: ¿Gobierno y/o control social?