Combate a la delincuencia organizada
Más vale. En el servicio público generalmente los niveles altos del gobierno siempre reparten culpas y sobre todo las recargan sobre la parte más delgada del hilo que son los alcaldes. Si se trata de exigir, los ciudadanos primero corremos hacia los munícipes y muy rara vez al gobierno del Estado y casi nunca a la Federación. Por eso lo dicho ayer por el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, es prudente e inteligente. Ponerlo a citar carteles y grupos de la delincuencia sería como ponerlo entre la espada y la pared. En primer lugar el combate a la delincuencia organizada es responsabilidad Federal, pero tristemente la lucha ineficaz siempre causa los daños colaterales en los municipios. Hay cosas cómo está, en las que más vale no saber nada.
Se saborean. Mientras la defensa legal del Fiscal Uriel Carmona Gándara, busca a toda cosa poner fuera de presión al toda vida servidor público y demostrar que en su caso se ha torcido la ley, en el Ejecutivo estatal ya se lamen los bigotes y piensan quien será su elegido para ocupar el espacio que todavía no queda acéfalo. No sólo eso, además van por el poder Judicial y cómo se ha dicho en este espacio, ellos son, los del Cuau y sus secuaces los que están generando conflictos por todas partes y hoy en especial en el poder Judicial del Estado. No hace falta ser adivino para saber que la mano que mece la cuna sale desde la residencia de Tabachines en donde vive el que hoy representa al Ejecutivo estatal. ¡Van por todo! Es lo que se dice entre los pasillos de la polaca, pero hasta este momento el escenario para ellos no es tan favorable en el poder Legislativo. Aunque ellos, los del Cuau dicen que no hay quien pueda resistirse a unos billetazos.
Se apunta. En este sentido y previendo lo que establece la propia constitución del estado libre y soberano de Morelos, ayer en entrevista durante la primera emisión de Lo de Hoy Morelos, el abogado Miguel Ángel Rosete, levantó la mano y dijo estar interesado en formar parte de la terna que enviaría el gobernador Cuauhtémoc Blanco al Legislativo, de darse la ausencia definitiva del Fiscal. El abogado fue claro y muy contundente al decir soy morelense y quiero que la Fiscalía cambie en beneficio de todos los morelenses. Agregó que tiene la preparación y la capacidad para convertirse en el Fiscal que Morelos y su realidad necesitan. Rosete ha sido presidente de la barra de Abogados y se ha distinguido como abogado penalista sobre todo en casos emblemáticos de nuestra entidad.
Festejos zapatistas. Salvo por lo realizado directamente por los municipios, desde el Ejecutivo estatal y peor aún desde el gobierno Federal ya no se le da importancia a fechas tan trascendentales como las que tienen que ver con el General Emiliano Zapata. Pareciera que sólo se cumple con el trámite, pero poca es la relevancia que ocupan esas festividades en la agenda de los gobiernos Federal y Estatal. Hay países en Europa en donde Emiliano Zapata es más que un héroe, un personaje a seguir e inspiración de muchas luchas, pero pareciera que aquí quisieran borrar de la historia el legado revolucionario de un hombre que no se deje cegar por el poder, sino que entregó su vida por lograr que su genere pudiera acceder a la justicia. ¿Del gobierno federal qué decir? Sin embargo en el caso de las autoridades estatales hasta cierto punto lo entendemos porque si no conocen la historia de esta tierra, menos van a amarla.
El titular de la Comisión de Derechos Humanos de Morelos, Israel Hernández se consideró, en entrevista a nivel nacional, un perseguido político al considerar que desde el organismo que preside se han generado resoluciones incómodas al gobierno estatal de Cuauhtémoc Blanco lo ha generado que le fueran retiradas las invitaciones a participar en la Mesa Estatal para la Construcción de la Paz. Sobre el ataque que sufrieron sus instalaciones en Cuernavaca dijo que podrían tener una motivación política por las investigaciones que realiza la Comisión en contra de distintas autoridades. Fuertes declaraciones de Hernández sobre en tiempo de “cacería” por parte del Góber.
