Mitos y Hechos
Es contagioso. Desde el inicio de sus andanzas en la vida pública, específicamente en la política, el hoy gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ha sido duramente criticado por su incapacidad para poder hablar frente al público. Afortunadamente, para él, hoy en día, ya lee un poco mejor, pero siempre se equivoca. Su mal es tan contagioso que ayer durante la celebración del 65 Aniversario de las operaciones de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), el trío de estilo veracruzano quiso lucirse con una copla a favor del jefe del Ejecutivo, pero en la interpretación el vocalista se tropezó en las palabras y quedó como queda siempre el Cuau, evidenciado por sus propios yerros.
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Peligro al volante. Nomás 29 dieron positivo. Al parecer en la Secretaría de Movilidad y Transportes ya recordaron que su labor no sólo tiene que ver con la venta de placas y tarjetas de circulación o licencias al 50%, razón por la que ayer realizaron un operativo para examinar a los choferes del transporte público, quienes son los encargados de gran parte de la movilidad en la entidad. Son pues, los operadores del transporte público quienes todos los días trasladan a miles de morelenses, por lo que resulta preocupante que, de los más de 800 exámenes practicados, 29 choferes dieron positivo, no sólo a alcohol (sólo 9), sino incluso a cocaína, mariguana, metanfetaminas y éxtasis. Queda más que claro que viajar en transporte público es un deporte de alto riesgo, que sabemos cuándo nos subimos, pero no cómo bajaremos. Antes se decía que andaban tomados, pero ya hablar de que van drogados por cocaína o hasta éxtasis, eso sí que está cañón.
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Sigue aquí. Mientras en la entidad pareciera que el dengue se está desbordando, resurge una emergencia. Ayer la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), urgió la necesidad de volver a adoptar el uso del cubrebocas porque el COVID registra cambios en su comportamiento. Ante el inminente inicio del ciclo escolar en los próximos días la Máxima Casa de Estudios del país manifiesta que es necesario evitar la exposición a los contagios y a quienes presenta cuadros sintomáticos del tipo COVID acudan al México de inmediato y se reserven en sus domicilios, al menos de tres a cinco días. Esto cuadra muy bien con lo que estamos viendo en Morelos, en donde muchas personas han estado enfrentando esta nueva ola COVID, que nos deja más que manifiesto que el fantasma del terror y la muerte sigue aquí.
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Hasta cuándo? Cada fin de semana es lo mismo, la autopista México- Cuernavaca se convierte en una pista de carreras sobre todo para motociclistas y a pesar de los múltiples accidentes en esa carretera, la usencia de la Guardia Nacional sigue siendo un factor determinante para que esto continúe, sin embargo, el colmo de los colmos es que, encima del gran peligro que representan para las miles de familias que la usamos ahora es más recurrente el hecho de que grupos de motociclistas literalmente se posicionan de la carretera. De nueva cuenta en redes sociales se han difundido imágenes en las que se ve a un grupo de motociclistas que a baja velocidad ocupan los carriles, sin permitir que nadie avance más allá de ellos, mientras “juguetean” con sus unidades. Se burlan todos los días de las autoridades y no entendemos hasta cuándo o hasta qué pase qué, se darán a la tarea de vigilar la autopista que, de por sí es insegura. Pareciera una zona sin ley.
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El colmo. El negociazo de la verificación vehicular en Morelos ya tiene competencia. Como recordaremos, con la llegada de la actual administración fueron suspendidos todos o casi todos los verificentros que habían sido autorizados durante el gobierno de Graco Ramírez y en la actualidad funcionan sólo 11 que han sido avalados y protegidos por el gobierno de Blanco, aunque se dice que el negocio en ese sector lo encabeza el coordinador de asesores de la gubernatura, Víctor Mercado. Sin embargo, como dicen “ladrón que roba a ladrón”, la propia Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), informó que se están vendiendo en el “mercado negro” hologramas apócrifos que están vendiendo supuestos gestores. No dudamos que el negocio se les fue de la mano y perdieron el control, por eso ahora acusan a sus “cómplices” de lo que ellos mismos, los del gobierno estatal, propiciaron.
*IR
