Solo superado por Colima, Morelos es el segundo lugar nacional en defunciones por homicidio doloso, con un promedio de 76.9 bruto por cada cien mil habitantes, de acuerdo con el informe de Estadística de Defunciones Registradas (EDR), realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Y de igual manera, es preocupante que el 70 por ciento de las defunciones por homicidio doloso ocurrieron mediante el uso de armas de fuego, lo que deja entrever que en la entidad circula sin contratiempos un alto número de armas, sobre las cuales no se tiene control.
El grupo de población que más ha sido afectado por los homicidios dolosos, de acuerdo con el estudio del INEGI, está integrado por personas cuyas edades oscilan entre los 25 a 34 años de edad, con el 26.38 por ciento en hombres y el 3.2 de mujeres, que estaban en plena madurez y que con toda seguridad ya tenían hijos.
La cifra de homicidios entre adolescentes es también preocupante: el 16.50 de las defunciones por homicidio doloso son de hombres entre 15 y 24 años, en tanto que de jovencitas en el mismo rango de edad es de 2.50. Esto deja ver que el mayor índice general homicidios dolosos en Morelos está afectando a quienes tienen entre 15 y 34 años de edad.
De acuerdo con el estudio del INEGI, la situación en nuestra entidad es altamente preocupante, porque triplica el promedio nacional de defunciones por homicidio doloso, pues mientras a nivel país es de 24 casos por cada cien mil habitantes, Morelos reporta casi 77 por ciento, a pesar de que no se trata de una entidad con gran territorio y población.
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Otro de los temas preocupantes que refleja el estudio del INEGI es el aumento de la violencia y a búsqueda de contundencia entre quienes cometen los homicidios dolosos, pues refiere: “Los medios más frecuentes para generar las lesiones que provocaron la muerte por homicidio fueron: arma de fuego, con el 70 por ciento; contacto traumático con arma blanca con 9.5 por ciento, y ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación con el siete por ciento”.
Llama también singularmente la atención que las personas cuyas defunciones se deben a homicidio doloso son hombres, y dos grupos en particular, en plena juventud y madurez, son el blanco de los crímenes: “En las defunciones de hombres, los homicidios fueron la primera causa de muerte para los grupos de edad entre los 25 y 34 años de edad, y de 35 a 44 años de edad.
En estos grupos de edad, la primera causa de muerte es el homicidio doloso, no las enfermedades, tampoco los accidentes, sino la violencia desatada que está azotando a la entidad y que, lamentablemente, está dejando familias truncas, particularmente aquellas en las que el varón es el proveedor de satisfactores y la manutención del núcleo en el hogar.
Sin embargo, en el caso de las mujeres, considerando el incremento descomunal e incontenible de feminicidios, la situación no es más venturosa: víctimas de los homicidios dolosos, de los 15 los 34 años de edad han sido el mayor sector poblacional víctima de la violencia en Morelos, en una radiografía que pinta un panorama que debe constituir un foco prioritario a atacar por la próxima administración, porque la que ya está por terminar no estuvo a la altura de garantizar la vida de los morelenses.