Termina el gobierno de Cuauhtémoc Blanco en los primeros lugares en muerte y delincuencia
La pesadilla que ha significado el sexenio de Cuauhtémoc Blanco Bravo deja una estela de violencia, muerte y delincuencia desatada, que se traducen en el primer lugar nacional en feminicidios, el segundo nacional en homicidios dolosos, el cuarto en extorsión y robo de autos, el quinto en robo a transportistas, el sexto en violación y el primer lugar nacional en percepción de inseguridad, al grado de que nueve de cada 10 morelenses teme ser víctima de un delito o crimen en la entidad.
No son los únicos referentes que focaliza el Centro de Investigación Morelos Rinde Cuentas, al evaluar la manera como termina una administración que la sociedad considera nefasta, en la que la indolencia, desinterés e incapacidad, lamentablemente, han vestido de luto y de horror a la entidad. También ocupamos el primer lugar nacional en robo a bancos, el segundo lugar nacional en despojo y el cuarto lugar en robo de autopartes.
Y mientras el gobierno que hoy deja el “mando” de la entidad afirma que se exagera cuando se compara a la nuestra con entidades más violentas, asiento de los grandes cárteles de la droga, como Sinaloa, Michoacán o Jalisco, las cifras aplastan a la autoridad estatal saliente: de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Púbica, tan solo en septiembre de este 2024 se registran más de 64 homicidios dolosos, en tanto que colectivos de mujeres refieren que van más de 96 feminicidios en el año.
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De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Morelos supera el promedio nacional en la Tasa de Prevalencia Delictiva por Entidad Federativa. En efecto, mientras la media está establecida en 23.3 por cada cien mil habitantes mayores de 18 años, la tierra de Zapata ocupa el sexto lugar con 25.8 por cada cien mil habitantes, lo que lo coloca en el sexto lugar nacional.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe-2024), mide los delitos que afectan de manera directa a las víctimas o a los hogares, tales como robo total de vehículo, robo parcial de vehículo, robo en casa habitación, robo o asalto en calle o transporte público, robo en forma distinta a las anteriores (como carterismo, allanamientos, abigeato y otros tipos de robo), fraude, extorsión, amenazas verbales, lesiones y otros delitos distintos a los anteriores (como secuestros, delitos sexuales y otros).
A pesar de que se trata del delito más frecuente en todo el país, pocas veces se lo menciona, pero la estadística es recogida por el INEGI, y se trata del fraude, del que también son víctimas los morelenses, el robo o asalto en calle o transporte público. En el caso de la extorsión, la estadística revela que, a nivel nacional, el 85.6 por ciento se comete vía telefónica, y de ello, al menos en Morelos, no se ha salvado ni la iglesia Católica, en tanto que, en regiones como la oriente, los negocios están cerrando, por lo que nueve de cada 10 morelenses tienen la percepción de que viven en una entidad insegura.
