Vigente, la lucha sindical independiente: Martínez Cruz y Rivas Ríos
La lucha por un sindicalismo independiente de ayer, 1974, junto con sus demandas de mejoras para los trabajadores, sigue vigente hoy, consideran el presidente de la Comisión Independiente de Derechos Humanos, José Martínez Cruz y el líder social Gabriel Rivas Ríos, quien afirma que la jornada de 40 horas, la justicia pronta en tribunales laborales y las mejoras salariales siguen siendo el eje de la lucha este uno de mayo.
Ambos reconocen algunas mejoras, como los recientes incrementos salariales en este sexenio, pero consideran que se tiene que ir más a fondo con las reformas.
Y es que la precarización del salario y la lentitud con que se tratan los temas en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje no representan justicia para el trabajador, porque es lenta y tarda.
El llamado de hoy, 50 años después de la irrupción del sindicalismo independiente, versa en torno a una mayor sensibilidad de las autoridades con los trabajadores para respetar y hacer respetar sus derechos, el acceso a prestaciones sociales, lo mismo que a las garantías de un retiro digno.
Para José Martínez Cruz, presidente de la Comisión Independiente de Derechos Humanos, el sindicalismo independiente tiene que unirse en la lucha y solidarizarse con otros sectores, como el indígena, porque las garantías laborales a final de cuentas también forman parte de los derechos humanos.
Puedes leer: Bendita Bendi
En tanto, Gabriel Rivas Ríos, evoca la lucha por el sindicalismo independiente que comenzó un primero de mayo de 1974, refiere cómo los líderes sindicales de entonces encabezaban las marchas alusivas al Día del Trabajo, pero que servían únicamente para rendir pleitesía al gobernante en turno.
No obstante, aquel día fue diferente, porque las trabajadoras y trabajadores, tanto los de las empresas Rivetex y Confitalia, ya desaparecidas, al arribar al kiosko decidieron interrumpir el desfile y dar marcha atrás. Es derivó incluso que algunos líderes del movimiento sindicalista independiente recurrieran a un carrito de paltas para subir en él y desde ahí expresar consignas en demanda de sindicatos verdaderamente representativos y libres, del lado de los derechos de los trabajadores, derivando en un enfrentamiento con elementos de seguridad.
Rivas Ríos considera que muchas de las demandas de entonces no han variado mucho: pervive la necesidad de la libertad de asociación de los trabajadores en un sindicato, que los conflictos obrero-patronales que terminan en tribunales verdaderamente sean atendidos con celeridad, porque impera la burocracia y, por tanto, el retardo en la justicia para los trabajadores.
Reconoce los avances en esta administración, como los aumentos salariales, pero considera que aún se sigue debiendo a la clase trabajadora por tantas décadas en las que se frenaron los incrementos salariales, y llamó a las autoridades a ser más sensibles en torno a las carencias y necesidades de la clase trabajadora.
Te recomendamos: Por el Día Internacional del Trabajo // Protestas, reclamos, enojo del sector laboral // SNTE pide salida de Eliacin
EXIGEN SOLUCIONES EN PALACIO DE GOBIERNO
Integrantes de sindicatos en peligro de desaparecer, otros que ya no existen y a los que no se cumplió con el compromiso de reubicar a sus integrantes, numerosos trabajadores más despedidos por la reforma educativa del sexenio anterior y muchos cuya situación no ha sido regularizada con la base laboral, marcharon cruzando Cuernavaca para llegar a Palacio de Gobierno, a fin de hacerse escuchar, reclamando la desatención gubernamental, pero también para que quede claro: en la diversidad, unirán esfuerzos y lucha por los derechos laborales.
Enarbolando no solo la bandera de su independencia, sino la de sus demandas, los electricistas reclaman los años de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro y que no se les ha dado solución. Y lo mismo el magisterio, víctima de la reforma educativa que los condenó a ser despedidos, así como el reclamo por la eterna venta de plazas, o los del Sindicato del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), que por iniciativa presidencial pretende ser desaparecido, o los académicos y administrativos de la Universidad, que exigen mejoras salariales y apoyo a la máxima casa de estudios, entre muchos otros, como los telefonistas, así como la Unión Nacional de Trabajadores, que también aglutina a otros sindicatos.
También son las organizaciones sindicales y sociales que integran el Pacto Morelos por la Soberanía Alimentaria y Energética y los Derechos de las y los Trabajadores, cuyos contingentes avanzaron por Plan de Ayala, arribaron a El Vergel, cruzaron el Mercado Adolfo López Mateos y arribaron a Palacio de Gobierno para hacerse escuchar.
Y estas son sus voces: la de Alejandro Trujillo González, del Movimiento magisterial de Base en Morelos, quien afirma que derivado de la reforma educativa en el sexenio de Enrique Peña Nieto, maestras y maestros fueron reprimidos y despedidos. La lucha está vigente para lograr la reinstalación de muchos de ellos. Y no menos preocupante es el hecho de que persiste la venta de plazas para quienes aspiran a ingresar al magisterio, al menos de 20 cada ciclo escolar. Pero no es menos preocupante lo que ocurre con integrantes de otros sectores y niveles educativos, que están luchando por su basificación.
Los electricistas, en el templete frente a la entrada de Palacio de Gobierno, mientras algunos trabajadores gritaban consignas contra lo que consideran el robo del dinero en las afores que ahora mismo está en proceso, demandaban el retardo en la justicia para los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza despedidos hace 14 años y a los cuales prometió apoyar el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.
No obstante, no es solo el reclamo a las autoridades federales, sino también al gobierno de Morelos. Jorge Salazar Flores, de la División Cuernavaca de los electricistas, afirma que se ha tocado varias veces la puerta gubernamental en Palacio para entrevistarse con el mandatario estatal, pero nunca los han recibido, sino funcionarios menores de este gobierno, y como al resto de los sectores sociales, se concretan a escuchar sus peticiones, pero como acostumbran, solo dan largas y nunca solucionan nada.
Día del Trabajo celebrado con marchas, en el que quizá lo más laborioso es hacerse escuchar por autoridades sordas…