¿Cuál es la realidad de lo que pasa? // Desaseo total del gobierno pasado. ¿Nepotismo en el entrante?
A medida que pasa el tiempo y que nos adentramos a la actual administración estatal surgen toda clase de señalamientos en el sentido de que en el sexenio pasado no se cuidaron ni las formas y se actuó con desmedida deshonestidad, comenzando por el ex gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Por todos lados aparecen voces de quienes llegaron a hacerse cargo de las dependencias y se aprecia que se actuó con absoluta irresponsabilidad, lo que debe terminar en denuncias múltiples del tamaño de cada pecado cometido.
Que el ex director general del Instituto Morelenses de Radio y Televisión anda sin dormir, porque le encontraron chicanadas y le exigen cuentas; se le acusa de desmantelamiento de la institución. Que la diputada federal, ex funcionaría del gabinete de Blanco hasta se compró tres lotes, pero no en Tetlama o Cuentepec, sino en el Lago Tequesquitengo y con dinero de dudosa procedencia.
Que la mayoría de secretarías casi están vacías y en mal estado, no les dieron mantenimiento mínimo; o sea, corrupción como no la habíamos visto a ese extremo y bueno, el de Tepito ya está sentado en una curul de la cámara federal de diputados, con fuero, para no ser atraído por la justicia. ¡Qué pasa pues!
Pero ya en la actual administración se despiertan sospechas, porque aparecen quejas en el sentido de que hay nepotismo en los nombramientos de IcatMor, que la influencia del secretario, cabeza de ese sector, es total e instaló a familiares, amigos y se pagaron facturas de campaña.
O que en la Coordinación Estatal del Transporte hay un sujeto que viene recomendado de México, de nombre Oscar Greg, y que conforme la versión de los empleados, es el que manda hasta al coordinador, que no lo nombraron titular, porque se quiere mantener la visión de que los de primer nivel son morelenses, pero el personaje maneja el dinero.
Hay entonces una inquietud manifiesta, tanto por el desaseo con el que se gobierno en los pasados seis años, como por posibles irregularidades a partir de nombramientos que huelen a nepotismo, y esto lo deberá cuidar muy bien la gobernadora Margarita González Saravia, antes de que se genere una crisis. ¿No lo cree usted?