La falacia de la elección popular
A la suprema corte no le interesa lo que pase conmigo o con ustedes, cualquier problema que pueda ocurrir con nosotros, desde un caso penal, laboral, mercantil o etc. no es asunto suyo.
Los asuntos normales, se quedarán en tribunales locales y si nos va bien, en algún lugar del Poder Judicial Federal, la corte no resuelve asuntos que tengan que ver con ciudadanos en particular, su trabajo es resolver (en su mayoría) controversias constitucionales, la corte le responde a gobiernos estatales, órganos descentralizados, poderes de la unión, poderes legislativos y al Presidente de la República.
Esto tiene lógica, debido a que son el máximo tribunal de este país, aunque crea, como consecuencia, que las personas ven a este tribunal lejano, distante e inútil. Por ello, cuando el Presidente, López Obrador, dice, que los ministros de la Suprema Corte deben ser electos por voto popular, crea la posibilidad de que la ciudadanía elija a importantes funcionarios que no le responden a ellos, si no que le responden y juzgan al Poder.
Esto me preocupa, porque he visto como se manejan aquellos que son electos por voto popular, como ejemplo: senadores o diputados. Ellos a pesar de que no podrían llegar a la silla sin el voto de la ciudadanía, venden su lealtad y atención a quienes los proponen, no a quienes los eligen.
Es decir: los partidos políticos. Por esa misma razón, en el patio del federalismo del Senado de la República, no están representados los ciudadanos, si no los partidos políticos, que son a quienes representan los legisladores.
Me da miedo, que el día de mañana, cuando los ministros sean sometidos a una elección popular, a pesar de ser electos por las personas, representen a los que los propusieron, (muy probablemente) a los que tienen el Poder.
Alguno podrá decirme entonces, que no sé de historia y de que realmente los ministros tanto de México como del mundo, siempre han defendido a quienes los proponen para el puesto, pero yo creo que podríamos enfrentarnos a un escenario más burdo, en donde no exista la mesura y donde cualquier acción poco ética de los magistrados, jueces y ministros, sea justificada en que fueron respaldados por el apoyo popular, como se hace hoy con los resultados del 2 de junio.
Me preocupa, que con estas líneas que escribo, se piense que yo estoy en favor del Poder Judicial como hoy existe y, que pienso que no debe hacerse ningún cambio, y pues creo que la justicia en México tiene grandes deficiencias, por lo que hoy no llega a los rincones en los que es requerida; pero, creo que esa Reforma al Poder Judicial, debe ser basada en dialogo, en los verdaderos problemas de la procuración de justicia como el mal trabajo de las fiscalías; sin embargo, creo que hoy está basada en un hambre de poder, unas tremendas ganas de centralizar a las instrucciones y, está siendo ejecutada, manipulando de manera ruin, al pueblo, haciéndoles creer que esto será bueno para ellos.