El ataque a Trump
La política estadounidense, vive un momento convulsionante, como no se vivía desde 1981 tras el ataque a Ronald Reagan tras asumir la presidencia de los Estados Unidos. Y es que, el pasado sábado, el rumbo de las elecciones de aquel país dio un giro además de inesperado, violento; esto tras el intento de asesinato del ex presidente Donald Trump, quien como lo comentamos anteriormente se encuentra de nuevo en contienda por la presidencia de su país.
En ninguna parte del planeta es desconocido que el pasado sábado en Pensilvania, EE.UU, durante un evento de campaña, Trump fue herido de bala, y que en dicho ataque, una persona del público asistente perdió la vida, así como dos más fueron heridas; además de que, el propio atacante fue abatido por las fuerzas del servicio secreto que custodia al expresidente.
Si bien es cierto que el republicano es hoy uno de los favoritos entre la ciudadanía estadounidense, la realidad es que dicho suceso solo vino a reforzar el mensaje que durante meses el candidato ha venido sembrando entre sus simpatizantes. Solo basta ver la imagen con la que se viralizó la noticia para darse cuenta de que el ataque más allá de debilitarlo fortaleció a Trump en su lucha por vencer a los demócratas.
Thomas Matthew Crooks, es el nombre que llevó en vida el atacante, y aunque las investigaciones hasta el día de hoy han revelado que no contaba con historial criminal alguno, lo cierto es que logró poner al descubierto vulnerabilidades tan grandes como las del servicio secreto, pues si bien, el ataque se perpetuo fuera de la zona de acordonamiento de seguridad, este logró burlar previsiones que son básicas para servicios de seguridad como los de un expresidente. Hoy el servicio secreto tiene la obligación de despejar muchas dudas al respecto, tan es así que su directora, Kimberly Cheatle, ha sido llamada a comparecer en los próximos días ante el congreso estadounidense.
El ataque de Trump no solo preocupa a la clase política estadounidense y a sus ciudadanos, si no, también es un asunto que habrá de preocupar al resto del mundo, iniciando por nuestro país.
Y es que, pongámoslo en contexto, bajo la retorica que los republicanos han tomado de señalar que el ataque es resultado del mal gobierno y mensaje de odio de Biden, solo están logrando ganar más votantes que probablemente favorezcan a Trump lo que provocaría una política exterior restrictiva principalmente en materia de seguridad y migración.
Al gobierno de la 4t le era conveniente un gobierno pasivo y no entrometido como el de Biden, pero Trump, no es, ni será un gobernante que se ande por medias tintas, el no soportará a una izquierda permisiva como la de nuestro país. Con Trump al frente volverá la guerra contra el narcotráfico en México, pero lidereada ahora por el gobierno estadounidense. A Trump no le caerá nada en gracia que Claudia coquetee con los rusos, los cubanos o venezolanos. Ahora sí, a manera de refrán mexicano, “que Dios nos agarre confesados”.
FB. Xóchitl Azpiazu
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