¿Nueva estrategia para dedazo?
Llegó el domingo, día en el que los acuerdos (indicaciones) reales, hechos entre gobernadores y corcholatas el lunes pasado en una reunión con el Presidente de la República en un restaurante del centro histórico serían revelados a la ciudadanía votante, la que espera ansiosa el proceso para elegir al próximo Presidente de México.
Acompañados de porras, medios de comunicación, afiliados llenos de furor y en extremo apasionados, gobernadores, senadores y diputados, se dieron cita junto con los presidenciables para llevar a cabo la reunión que fue inundada por el grito: “Unidad para la continuidad”, aunque era claro que los apretones de mano, palabras bonitas y brazos alzados eran solamente era una fachada, un simulacro; pues Morena está a punto de vivir el más agresivo de sus procesos internos que va a dividir a los candidatos y podría provocar su fragmentación.
Desde la calle, fueron vistos Marcelo Ebrard (que ha sido el centro de atención desde la semana pasada por su acertada estrategia política de renunciar a la cancillería para pedir piso parejo) y Sheinbaum (quien a pesar de la cargada presidencial y de gobernadores que parecería tener de su lado, ha pasado en últimos días alta tensión) acompañados por un nutrido grupo de representantes de medios de comunicación, que desesperados, intentaban conseguir una toma significativa de los aspirantes.
De la misma manera, pero en una medida razonable para ser un tercer lugar en encuestas, llegó el secretario de Gobernación, quien solo destacó sus méritos políticos y negó hacer mayores declaraciones a la prensa.
El senador Ricardo Monreal, conciente de su desventaja, llevó a un grupo de simpatizantes quienes gritaban su nombre, mostraban apoyo y ocultaban al ojo público las carencias que pudiera tener su campaña.
Los arribistas como Fernández Noroña (quien podría tener suerte alcanzando una mesa directiva dentro del senado si las cosas juegan en su favor) y el muy deleznable Manuel Velasco (dirigente nacional del Partido Verde) llegaron con un mínimo acompañamiento de medios de comunicación, pues es claro, que su candidatura no progresará y quizá solo sirva, para declinar en favor de uno o de otro de los grandes candidatos.
Llegado el momento, los presidenciables se sentaron en una mesa lineal que por sus marcadas expresiones no verbales, reveló que no suscriben la idea de unidad; más bien, estaban en el proceso para luchar por la presidencia como ansiosos perros de pelea; aunque eso significa destruirse mutuamente los unos a los otros.
Acabada la reunión, el Gobernador de Sinaloa, acompañado por el dirigente Nacional de Morena, Mario Delgado, dieron a conocer frente a todos los integrantes de Morena los acuerdos a los que se había llegado durante la reunión, los cuales fueron: Cada aspirante a la candidatura de Morena por el máximo poder del ejecutivo, deberá dejar su cargo pidiendo licencia o renunciando a más tardar el día viernes de la Presente semana, de la misma manera estarían en su derecho de proponer a dos encuestadoras por candidato (con historial implacable) para llevar a cabo la gran encuentras que definirá al candidato, así como que estará prohibido que las autoridades de cualquier sector de gobierno o dirigir gentes del partido, intervengan dentro de la elección con apoyo económico, político o de cualquier otra índole, todo esto mientras según ellos, protegen los ideales de la austeridad republicana evitando el derroche en las campañas políticas. Todo esto con el objetivo de poder tener un claro ganador y candidato para inicios del mes de septiembre.
Yo, como siempre, tengo mis reservas. Y como primer punto, considero que es una mentira que habrá austeridad dentro de los gastos de campaña, pues incluso antes del proceso ya nos han demostrado que por su intensa hambre de poder son capaces de gastar los recursos públicos a discreción para llenar las calles de propaganda política, incluso en los lugares donde -si tuvieran vergüenza-, debería haber un necesario apoyo social. Segundo, me parece falso e imposible que ni los gobernadores, senadores, diputados y dirigentes, no intervendrán dentro de la encuesta, pues hoy, a un año y medio antes del día de la elección, todos los candidatos cuentan con su sector de bancada y gobernadores que los han apoyado política y económicamente, cosa que no se detendrá porque lo digan las reglas.
Por último, el método de la encuesta me parece pobre y poco creíble, básicamente porque vivo en un país donde las encuestas son conocidas por ser violadas, corrompidas y compradas.
Creo que los candidatos satélite (como Monreal, Noroña y Velasco) podrían eventualmente utilizar sus encuestas para declinar en favor de uno o de otro candidato, buscando su subsistencia política. Quizá este método es el nacimiento de un neo dedazo presidencial.
Estamos entrando en terrenos pantanosos, donde los gritos de militantes, las mentiras y las promesas que nunca serán cumplidas van a imperar. Me hubiera encantado que MORENA se proyectara como potencia democrática y hubiese propuesto una elección primaria abierta al público, pues es evidente que hoy, la elección del Presidente estará en Morena. Pero en ese sistema donde los consensos se hacen a gritos, la unión está en dividir y se lucen en descalificar a “los otros”. Todo lo que no diga el señor de Palacio Nacional, es una ofensa, no caben las propuestas distintas a aquellas no hechas por él.
*IR