La unidad necesaria
El Congreso en Morelos vuelve a ser nota controversial en el estado. La reforma electoral los pone en el ojo del huracán, por ser una reforma sin mucho análisis de fondo y si con claros intereses políticos de quienes hoy están al frente de los grupos de poder en Morelos.
Aumentar el número de diputados a 30, es decir, regresarlos al número que se tenía antes de la decisión electorera de Graco Ramírez no es un disparate, pero es necesario procesar, dialogar y consensuar políticamente la iniciativa, algo casi imposible de lograr con estos legisladores. Una reforma constitucional requiere la aprobación del 50% más uno de los cabildos municipales del estado y es ahí donde se complican las cosas. El grupo de los 15 está en contra del gobernador, en ese grupo se integran 4 legisladores de Morena, y el gobernador mantiene un control férreo de un número importante de ayuntamientos, por lo que las posibilidades de que se apruebe su reforma es bastante lejana.
Pero el tema que más preocupa y que tiene que ver con un avance importante en términos de derechos indígenas hoy está en peligro en el Congreso. El avance en cuanto a las acciones afirmativas sobre derechos indígenas en materia electoral está a punto de sufrir un retroceso importante por los intereses del grupo parlamentario del PAN que se opone a subir al pleno la iniciativa que presento la Diputada Macrina Vallejo. Dicha iniciativa, contempla entre otras cosas, la determinación de que sean las asambleas quienes den el aval para los aspirantes indígenas que deseen participar en los procesos electorales a cargos de elección popular y no como en el último proceso electoral que fueron ayudantes municipales quienes dieron dicho aval, a cambio de algunas monedas y que culmino con una serie de impugnaciones en los tribunales para desenmascarar abusos de candidatos usurpadores.
El interés de algunos diputados reside en su clara intención de engañar al electorado manipulando la decisión y designación de quienes deben avalar dicha condición. Por supuesto, los más interesados en que esto ocurra son los diputados del PAN, quienes seguramente no olvidan que uno de los Terrazas fue obligado a dejar la curul cuando se descubrió su mentira de intentar pasar por indígena, aunque esto fue una constante en todos os partidos políticos.
El tema tiene dividido al grupo de los 15 porque mientras la diputada Macrina mantiene su propuesta, que valora la determinación de la asamblea indígena como máximo garante para avalar a quienes se determinen indígenas, otra fracción encabezada por el PAN pretende subir al pleno una iniciativa alterna con modificaciones sustanciales.
La lucha de los pueblos indígenas no termina en el Congreso local, si la iniciativa que se apruebe va en contrasentido del avance que ya se tiene, tendrán la necesidad de acudir a otras instancias para hacer valer su derecho y no caer en un evidente retroceso avalado por intereses mezquinos de individuos sin compromiso con los grupos minoritarios.
El grupo parlamentario mayoritario está dividido debido a esos intereses de grupo, no es un problema ideológico ni programático, es solo de intereses particulares. Hoy puede ser la oportunidad de reencontrarse y apoyar una iniciativa que es acorde a los postulados de la izquierda y por supuesto de Morena. El programa de Morena atiende y retoma la necesidad de postular las demandas de los grupos minoritarios y tiene compromiso con los pueblos originarios, por lo que hoy es el momento de hacer valer esa mayoría, dejar de lado los intereses de grupo para beneficiar a quienes siempre han sido olvidados. Hacer justicia es un postulado de la izquierda y de la cuarta transformación, así que el grupo parlamentario hoy tiene la posibilidad de reencontrarse y trabajar por una causa común, la unidad a partir del programa y no de intereses mezquinos es lo que hace falta.
*IR