México, ¿Estado laico?
En alguna época de la historia de México, cuando se hizo, como ahora, la concentración de la riqueza en unas cuantas manos y en una sola voluntad, donde ya borrachos los hombres, se ponían muy machos y lo mismo compraban voluntades o chatarra que a nadie le servía. Todo esto que no es simple recuerdo se justifica cuando el señor, amo de soga y garrote tenía que salir de casota, llamaba al caporal o al mayordomo y le espetaban, “voy a salir aitencargo el changarro” – la respuesta: “Vaya usté, no tenga desconsuelo; los otros al mayordomo, le decían, “José, me voy a ausentar, te encargo,”, así agarraba sus tiliches, y uno y otro/se iban a la Chingada/. Andrés Manuel, antes de salir de su palacio, dijo: Augusto, ¡te quedas de guardia! La respuesta breve y lacaya, “Si señor, descanse”. Pero el señor presidente, antes de dejar el “aitencargo”, nos dejó “un nomeolvides”. Una cosa es de admirar, porque ya poco se estila, es la fidelidad a la amistad, esto porque la amistad entre el tabasqueño y Donald, el Ex, sí que son cuates de doble raya, lo que se comprueba por la decidida defensa del amigo, sólo que, vámonos despacio, El señor de la fiera y rubia cabellera es juzgado por andar de “nalga suelta”, las mujeres que no perdonan “que no se les cumpla” son vengativas, y dicen, que él las violó, bueno, pero el asunto es que Andrés hizo una comparación muy desafortunada, porque hay de violadores a violadores, Donald viola mujeres, usted, señor presidente viola las leyes, pero aun así, las fechorías son distintas. El hecho de que usted, escudado en la impunidad que da el poder y la más alta tribuna del país que es el púlpito de la mañanera, usted, insulta, injuria, denosta, calumnia, infama, censura y critica a personas, medios gremios como son los periodistas, empresas, instituciones, en fin, no deja títere con cabeza, su mayor pecado o delito según el ángulo o el cristal con que se vea, se le debe reconocer su habilidad para engañar a la gente, conducta que ha llevado a que tengamos un país dividido, desconfiado, pero con una sola realidad el paso galopante hacia una extrema pobreza. Hace poco, en una mañanera usted dijo que ha estudiado lenguas y una que mencionó es el portugués, qué por su forma de manejar, manipular y conducir a los ciegos de morena, no deja lugar a dudas que usted leyó El Ensayo sobre la ceguera del Nobel de Literatura, José Saramago. Novela en la que los ciegos se dejan conducir por un personaje, mujer, la única que ve, pero los ciegos no lo saben, pero los que andan en las tinieblas se vuelven tiranos con quien les sirve lo que afirma es que no hay peor ciego que el que quiere ver. La tragedia de los 39 ó 40 migrantes calcinados, van a ser los muertos que van a marcar su sexenio, ¿cuál de sus altos, honestos e incorruptibles funcionarios ha dado la cara? ¡Ninguno! Y usted, señor presidente fue a Juárez no por el desastre, usted a lo suyo, pero no se escapó de que le insultaran a la cara, esas cuarenta personas muertas, más los heridos, le dieron la vuelta al mundo para que se sepa cómo se cocina en México la irresponsabilidad. Pero nunca falta un roto para un descosido, y ¡Taran! Apareció el salvador de la patria, un león con piel de borrego, y se llama Alejandro Solalinde Guerra, quien de golpe y porrazo descubrió quienes son los responsables de tan grande desgracia, ¡y no pos sí! Los culpables de todas nuestras calamidades son los expresidentes de inicio con Carlos Salinas de Gortari y de /allí pal real/ y para que no haya duda, mandó al diablo a los que cobran en Migración, del Secretario parriba y pabajoy militares, porque Él y sólo Él, va a ser el Coordinador de migración y extranjerías, y la pregunta Señor Presidente, ¿se puede? ¡Y el estado laico! Pos qué pues, otra vez la burra al trigo, una mancha más al tigre como que no se nota, pero ¿se puede? ¡los curas no pueden ser funcionarios públicos ni pueden ocupar puestos en el gobierno, la Constitución lo prohíbe, pero /aita la fregadera/ usted sigue violando la Ley, la Carta Magna y para acabarla de fregar, con lo ciego que estamos, el cura político, ya le vio a usted aires de santidad, y muchos de los acólitos se la van a creer, y lo peor es que no hemos aprendido lo peligroso que resulta mezclar a la política con la religión y el fanatismo. Ojalá y los días de descanso de la Semana Santa, que ya se fue, haya servido para que se reflexione sobre la regada que se dio comprando a Iberdrola toda su chatarra, porque usted mismo dijo que todas esas empresas eran la imagen misma de la corrupción, que no servían ¡para maldita la cosa! Y ahora resulta qué en manos de la 4T, son casi la salvación de la economía y es una nueva nacionalización, ¡cuidado! Los ciegos no los de Saramago, sino los mexicanos como que se les empieza aclarar el día, y ya no quieren tragar tanta mentira, de los que dicen; ¡No mentir! Ya de salida. Urge maestro que le dé un curso de oratoria a Delfina para que aprenda a hablar, Informes en la 4T. HASTA LA PROXIMA.
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