• La Pera- Cuautla, nueva autopista de la muerte
Ni 24 horas pasaron tras ser inaugurado el pasado fin de semana con bombos y platillos el tramo de La Pera-Oacalco de la Autopista México-Cuautla, y ya dejó ver las características típicas de un proyecto deficiente, inconcluso y mal planeado en su ampliación. Como saldo rojo, en sendos accidentes tres personas perdieron la vida y la queja unánime de los usuarios es que se trata de un camino altamente peligroso por la falta de señalización y el mal trazo realizado por las empresas constructoras.
La carretera que amplía de dos a cuatro carriles la conexión desde Cuautla a la México- Acapulco en los municipios de Tepoztlán y Yautepec, se ha convertido desde este pasado fin de semana, en el símbolo de lo que ocurre con las obras carreteras cuando no se planean y forman parte de proyectos ambiguos que incluyen tres sexenios de gobierno federal, pues la construcción fue inaugurada por Felipe Calderón, no pudo ser concluida por Enrique Peña Nieto y ahora es puesta operación sin verificarse su conclusión absoluta por el gobierno de la 4T.
Como resultado, las consecuencias son evidentes al ser catalogada de inmediato por los usuarios como un camino de alta peligrosidad, pues no existe la señalización adecuada, no se han concluido los circuitos que dan salida a las cabeceras municipales de Tepoztlán y Yautepec; así como al poblado de Oaxtepec y algunos entronques locales.
Incluso, son también notorios los trazos irregulares que tuvieron que realizarse a esta vía de comunicación, pues para librar cerros y áreas urbanizadas los ingenieros hicieron malabares. Valdría incluso la pena que, por tratarse de una carretera con un tráfico mayor en el centro del país, hubiera que verificarse si cumple con los estándares y normas que corresponden a la categoría de una autopista.
Como se recordará, esta obra ha registrado a lo largo de su construcción problemas que generaron su retraso, debido a los bloqueos constantes de ejidatarios y comuneros que reclamaron desde despojo de sus tierras hasta la afectación de las obras en diversos tramos. Pues bien, no tardan en reanimarse los conflictos sociales debido a las secuelas que el proyecto ha dejado, al incumplirse con trabajos para mitigar el daño provocado a zonas urbanizadas, tierras de cultivo, pero, sobre todo, a la flora y fauna de la región.
Y es que tan sólo hace un mes las intensas lluvias y las obras de la ampliación provocaron el deslave de cerros y avalanchas de agua, tierra y materiales de desecho hacia la carretera vecinal y calles que dan acceso al pueblo de Tepoztlán, bloqueando por dos días el tránsito local y afectando a vecinos con la inundación de sus predios y viviendas.
Asimismo, los varios pasos de fauna con puentes y túneles realizados a lo largo del tramo de ampliación, así como para librar el paso de vecinos de algunas colonias y poblados, tampoco se han concluido, esto ante la sorpresa de mucho que debido al mediatismo que rodeó la visita del presiden López Obrador para dar el banderazo a la apertura de la pista, se dieron por enterados del “termino de las obras”.
Con la nueva autopista La Pera- Cuautla, Morelos se convierte sin duda en la entidad con los tramos carreteros más peligrosos del centro del país, pues otro de los grandes símbolos a la corrupción y la ineficiencia lo encontramos, nada más y nada menos, en la mismísima capital con el “Paso de la Muerte”, este libramiento de la Autopista México- Acapulco que desde su construcción y luego en su apertura, no deja de sumar y sumar a la estadística de decesos por accidentes carreteros.
Y pese a su mal funcionamiento y constantes cierres por obras de mantenimiento o por los accidentes que se registran, este libramiento sigue en operación no sólo a un alto costo por las vidas que ha costado, sino precisamente porque ni una década data de su uso y ya se han gastado varios millones de pesos en su rehabilitación, ¿o, a poco ya se nos olvidó lo del socavón? Veremos…
*IR