Los sueños, sueños son
En el transcurrir de los tiempos se comprueba de que es imposible distanciar a la literatura, ciencia de las bellas letras, del trabajo del periodismo, y son los poetas los que dan, casi de manera romántica, una forma de entender la fuerza de la realidad que lastima. Dice el poeta, los sueños, sueños son, y es eso, que el que sueña se queda en eso, cuando éstos no se vuelven pesadillas, porque de los sueños resultan las ilusiones y de los ilusos que se decepcionan. México, en su pueblo, soñamos que cada seis años las cosas pueden mejorar, con verdadera ilusión caemos en la creencia de que los esos que viven de la política nos dicen verdad, pero el tiempo, el tiempo se encarga de quitar la venda y deja que veamos que caímos otra vez en la mentira de quienes en su total falta de ética, que es la falta de moral, nos llevan de la virtud al estercolero de sus vicios. Nos embarran su miseria en nuestros propios ojos y en la cara, tal es el caso que nos quieren hacer creer que la visita de López Obrador a la Casa Blanca fue un éxito. Nunca en la historia de las relaciones de los dos países se había tratado a un presidente mexicano en forma tan desairada y casi con desprecio, pero todo tiene su origen. Que Don Andrés no olvide que donde las dan las toman. López Obrador se la hizo a Biden y seguramente el presidente norteamericano se dijo, “el que se ríe se lleva o el que la hace paga”. López Obrador lo acepten o no los morenistas boicoteó la Reunión de la Cumbre, que JoeBiden tenía como una posibilidad de mejorar su situación política ante los pueblos de América y frente a las próximas elecciones, pero el hombre de Palacio, que se autonombra en defensor de los pobres, hace su berrinche y manda a su segundo donde debería haber estado el primero, y Obrador perdió la verdadera tribuna donde pudo haber tenido el espacio y el lugar para exponer sus ideas sobre la forma de ayudar a los hombres, mujeres, niños, y en especial a los mexicanos que siguen muriendo en el intento de lograr el sueño americano y no en la Sala Oval, donde solamente fue oído, pero no escuchado. El que poco pide, poco merece, luego, como dice ya saben quién, que no me vengan con cuentos, ¿a quiénes quieren engañar con el mito de la austeridad? Eso, de viajar en avión comercial y apretado en segunda clase, es como el que va al banquete porque no sabe cómo tomar los cubiertos o cómo se toma una copa. Hospedarse en hotelito de paso, de Tres Estrellas con desayuno americano incluido, es un insulto a la investidura de un Primer Mandatario, luego, lo llevan a tomar un cafecito con lo que es la segunda persona del gobierno norteamericano, y era evidente que el anfitrión estaba en otras “ondas” pero replicó cuando el visitante se refirió de manera poco educada a los conservadores y Biden dijo, “que los tratamos con respeto”, solamente faltó que dijera, -no como usted que los injuria a cada momento.- pero el Señor tenía prisa, tenía cosas más importantes que ir a arreglar a Medio Oriente, lo de México es otro asunto no prioritario y como se dice, López Obrador no es carta que divierta.
Aun cuando miles de mexicanos están orando por la paz, pidiendo que el gobierno se de cuenta de que su llamada “estrategia” para combatir a la delincuencia no es la adecuada y el país se sigue manchando de rojo por la sangre de las víctimas, al Señor y Compañía, les vale madre y no precisamente La Madre Juana, una mujer que levanta la voz con fuerza y con verdad, pero es una voz que como muchas se pierde en la apatía e indolencia del gobierno, al Señor presidente le debiera dar vergüenza de ir a “alquilar” a todos los connacionales que padecen el hambre y si como dice que quiere divisas para que les den trabajo a los mexicanos, lo mejor sería que exigiera una mejor preparación académica de los niños y los jóvenes para que puedan tener trabajos dignos y profesionales y no seguir condenado a la población a la mediocridad y al conformismo de la ignorancia y aspirar a hacer trabajos de servidumbre que con conduce a un disfrazado esclavismo, porque en los campos de labranza, fábricas, hoteles o casas habitación, los mexicanos son explotados y tratados con discriminación. Soñar que los norteamericanos nos van a sacar de la miseria, “sólo porque me trataron con respeto” pues nos quedaremos con la gana y la desilusión, los americanos nunca, pero nunca han sido amigos, ellos solamente tienen intereses y tomar todo lo que les sirva y cuando los mexicanos ya no dan la fuerza de trabajo que necesitan, simplemente dicen, “Ok, Goodby” Ellos sí saben lo que es el valor utilidad y no se andan con cuentos. Lástima Teofilito, te la perdiste. HASTA LA PRÓXIMA.
*IR