Administración obesa
Diversos sectores sociales se han venido pronunciando a favor de una reestructuración interna en las administraciones municipales de la entidad. Los reajustes implican no solo la desaparición de las muy largas listas de aviadores o la disminución de la nómina de personal activo, sino el generar secretarias y dependencias menos obesas, dónde hay muchos trabajadores, pero pocos resultados.
La creación de oficinas, subsecretarias, jefaturas y representaciones, para colocar en esas áreas a aquellos con los que los gobernantes en turno, tenían compromisos políticos por cumplir, pero,nunca, una necesidad real del servicio, fue un acto que se repetía –,y, seguramente sigue pasando en algún gobierno municipal--, una y,otra vez, sin importar la carencia de recursos financieros.
Los ediles, si podían, se sacudían lo más pronto posible; a esos, los primeros funcionarios, integrantes de sus gobiernos, y, los despedían argumentando incapacidad en los puestos, para dar paso a quienes si eran pieza clave de sus equipos. Muchos de ellos, terminaban demandando jugosas liquidaciones en un círculo vicioso, en el que la ciudadanía terminaba perdiendo, puesto que los recursos destinados a mantener a funcionarios sin vocación, bien hubieran sido utilizados en acciones concretas.
Hace unas horas, conocimos que por unanimidad el Cabildo del Ayuntamiento de Cuernavaca aprobó en Sesión Ordinaria el proyecto del nuevo Reglamento de Gobierno y la Administración Pública, con el propósito de contar con un Gobierno Municipal eficiente y funcional.
El comunicado dice: “Resultado de un trabajo realizado de manera colegiada por una Comisión Especial de Regidoras y Regidores de las diferentes fuerzas políticas, en este nuevo ordenamiento se da paso a una reestructura del Gobierno Municipal 2022-2024 al eliminar unidades administrativas que duplican funciones y otras más que se fusionarán por no tener razón de permanecer dentro del organigrama, como es el caso de Subsecretarías y Subdelegaciones. Esta reingeniería de la estructura del Ayuntamiento de Cuernavaca, también tiene el objetivo de generar ahorros que no van en detrimento de la funcionalidad y operatividad de ninguna de las áreas”.
Así, se nos informó a los medios: “entre los cambios aprobados, destacan la desaparición de la Secretaría Técnica y Jefatura de la Oficina de la Presidencia; el cambio de denominación de la Secretaría de Seguridad Pública a Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano, entre otros ajustes que serán publicados a través de los órganos oficiales del Ayuntamiento”.
Ahora, la disminución de personal y de dependencias ya se ha anunciado, al menos de nombre, ahora viene el proceso de reacomodos y de, si es necesario, liquidar conforme lo marca la Ley, para no generar nuevos problemas en el manejo administrativo y financiero.
José Luis Uriostegui cuenta con un muy alto nivel de aceptación ciudadana. Los capitalinos, le han confiado su esperanza a través de su voto en las urnas, para poder construir una ciudad por mucho, mejor en la que, hoy en día, vivimos. Ojala lo aproveche y esa luna de miel, nos dure por mucho tiempo.
Por cierto, hay que reconocer que esas intenciones por contar con una mejor ciudad, están siendo contagiosas, y un ejemplo de ello, es el regidor del Acción Nacional, Fernando Carrillo, quien puso en marcha el programa “Recorridos nocturnos”. Donde en un buen gesto, entrega alimentos a los servidores públicos que le dan mantenimiento a la ciudad: ha repartido guantes de trabajo y otras herramientas tan necesarias para su labor, pero sobre todo, hace un reconocimiento a quienes trabajan intensamente, para tener una ciudad limpia, sin que nadie se dé cuenta… ¡Excelente!
*IR