¡Impunidad igual a muerte!
El presidente de México, tiene razón, cuando dice, “el pueblo nunca se equivoca”, en efecto, el pueblo dice, “dime de qué presumes y te diré de lo que careces, esto, porque a López Obrador, se le está cayendo el teatrito, de cachito en cachito, veamos, el señor presume que sus funcionarios de primer nivel son impolutos, incorruptibles, que son el ejemplo de la transparencia de la honestidad y la honradez, pero resulta que tan pronto los corre, saltan las liebres, y gente que aun esta en el puesto como Gertz Manero, el mero mero de la Fiscalía, que no canta mal las rancheras y también tiene cola de dinosaurio, larga, larga y se la pisan, luego, Doña Lilly Téllez, pone al descubierto a Doña Olga Sánchez que no es Cordero sino borrego, por la forma de obediencia que tiene frente a la figura presidencial que la usó en Gobernación y cuando ya no fue útil, simplemente , ¡Salió! Con el premio de consolación en el Senado donde entre otras cosas ha demostrado no ineptitud pero sí falta de dignidad y decoro para no contradecir a su protector, porque siendo ella exministra de la SCJ, es poco explicable su comportamiento, ni no es que recibe órdenes desde dentro de palacio, cosa que hace entendible su conducta servil. Mientras a lo largo y ancho del país, la gente ¿se sigue matando? ¡no! ¡la siguen matando! Que es otra cosa, porque los delincuentes agarran parejo, con la aplicación de una tecnología de punta como son los drones para masacrar a gente humilde que ni la debe ni nada, pero, ¿en verdad el presidente estará convencido de que su sola presencia en los lugares de mayor índice de criminalidad los hechos delictivos van a bajar? ¿qué tan lejos o tan alto llega su soberbia que él mismo se lo cree? El Jefe del Ejecutivo que dice se reúne todos los días a las seis de la mañana con su gabinete de seguridad, la pregunta es ¿para qué?, los matagente ni los pelan, ellos en lo suyo, y el mero preciso, que siempre tiene otros datos, en cada mañanera sólo da atolito con el dedo. La corrupción es galopante en todo el país, porque mientras el hombre se da baños de pueblo, se sigue haciendo con los derechos humanos un uso similar con el que se hace del papel sanitario, porque se sigue atentando en contra de las personas que necesitan de los medicamentos para la cura de sus enfermedades, hay millones de mexicanos que no tienen ni una vacuna en contra del virus fatal, que se sigue haciendo alarde de una vacuna que no existe, La Patria, hecha en México, pero que no existe y López Gatell sigue igual que al inicio de la pandemia, hablador y cometiendo errores, pero que seguramente no lo corren porque de hacerlo, tácitamente se estaría aceptando que los errores que se han cometido y que han causado miles y miles de muertes de mexicanos ha sido a ciencia y conciencia del señor presidente y eso ¡sería una locura! Porque sería igual a aceptar que siempre sí se puede equivocar, pero no, los muertos no hablan, es mejor seguir en las mismas y que se haga la voluntad de Dios en los bueyes de todos, pero no en los del gabinete, y luego, para el final del año, los responsables de cuidar los intereses de los norteamericanos, los de la Guardia Nacional, se les pasó la mano y los resultados, son, que una tragedia griega, ya es un cuento de brujas, porque lo que sucedió con los inmigrantes, no hay calificativo que sea suficiente para determinar el grado de corrupción de los que juegan y medran con el dolor y la necesidad de gente pobre que se juega la vida hasta que la pierde, por la búsqueda del sueño americano. Señor Presidente, si tan enemigo dice que es de la corrupción y los corruptos, ¿por qué no ordena una verdadera investigación y encarcela a los que se hicieron cómplices de los polleros que transportan como animales a los migrantes y se mueren en lo que simplemente determinan un accidente por exceso de velocidad, porque ahora de bien a bien no se sabe qué duele más si la muerte de hombres, mujeres y niños, más de cincuenta, o el cinismo de unas autoridades que solamente se concretan a dar cifras que se van a las estadísticas fatales que cada día aumentan, todo como resultado de un sistema de corrupción que se dice, ¡ya se acabó! Porque nosotros no somos como los de antes, no somos iguales y los que nos denuncian es que son emisarios del pasado. En la ceremonia religiosa del final del día once de diciembre en el templo de la Villa de Guadalupe, en la misa concelebrada se dio un ejemplo de respeto por la vida y con un templo vacío de creyentes, con sólo un mariachi, el coro de los niños y el tenor todos con cubrebocas implorando por la paz, la justicia, todo para una virgen que es historia y base de nuestra nacionalidad. HASTA LA PRÓXIMA.
*IR