PRD, corrupción, el origen de su extinción// El destierro de los indeseables
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió el registro nacional al no alcanzar ni el 3% del voto de los electores en las recientes elecciones; la corrupción acabó con él, la ambición de sus últimos dirigentes, Jesús Ortega y Jesús Zambrano acabó por hundir un proyecto político que pintaba muy bien tras su creación, posterior a la elección presidencial de 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas encabezó el Frente Democratico Nacional, que para muchos ganó y se la robó Carlos Salinas.
El partido tuvo momentos de gloria, sobre todo bajo las dirigencias de Porfirio Muñoz Ledo (QEPD) y Andrés Manuel López Obrador, aún Presidente de la República , pero la debacle inició cuando dejaron el CEN en mano de "Los Chuchos", éstos lo usaron como moneda de cambio. Bueno, en las elecciones del 2006, en las que AMLO contendió contra Enrique Peña Nieto, lo traicionaron siendo su candidato por cargos y dinero.
Por cierto, fueron estos dos rateros quienes, en compadrazgo con el propio Peña, nos endilgaron como gobernador a Graco Ramírez, otra lacra de la política, en el 2012.
Con esas amargas experiencias, López Obrador no podía confiar más en un PRD podrido y optó por darle vida a Morena, ahí comenzó el desmantelamiento del perredismo; los verdaderos militantes de izquierda se sumaron al nuevo instituto y sólo aquellos que obtenían beneficios se quedaron. Finalmente sucedió lo inevitable, se fueron al basurero de la historia, de dónde ojalá nunca regresen a seguir robando; aunque sobreviven unos 13 órganos estatales.
EL DESTIERRO DE LOS INDESEABLES
No obstante que todavía quedan células del pasado en el gobierno estatal, de los ex gobernadores Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco, lentamente se van desterrando pandillas de indeseables, pues han sufrido un duro golpe en la elección del pasado 2 de junio. Ambos fueron los grandes perdedores, porque aunque parezca increíble, el jorobado indujo voto a favor de Lucía Meza del bloque opositor y contra Margarita González, que fue la candidata de Morena.
Ni Graco logró heredar cargo a su hijastro Rodrigo Gayoso, ni Cuauhtémoc a su medio hermano Ulises Bravo Molina; el electorado los rechazó en las urnas y con ello, les impidió que siguieran haciendo de las suyas.
Subsisten grupos que continúan obedeciendo al interés de ambos, sobre todo del tabasqueño; ciertos diputados locales, magistrados del TSJ y desde luego, el fiscal Uriel Carmona Gandara, que esperamos,venga sus días contados, pero tienden a extinguirse y con el nuevo gobierno de Margarita González tienen que extinguirse, son piezas podridas del engranaje político estatal.