La transformación en Morelos un pendiente
Hace algunos años comentábamos con algunos amigos que ganar el gobierno del estado de Morelos era como un sueño complejo y distante, pero, sin embargo, posible. Hoy a la distancia ese sueño ya es realidad, se consiguió que el próximo gobierno este encabezado por alguien formado con ideología de izquierda y con verdadero compromiso social para atender los rezagos que generaron varios sexenios de malos gobiernos.
Se realizo algo verdaderamente complicado, que era primero encontrar un liderazgo capaz de enfrentar a la mafia que representa la clase política tradicional y que verdaderamente representara los intereses del pueblo, con todo lo que ello implica. Y así, Margarita González Saravia comenzó a liderar esta aventura que iniciamos unos cuantos. El inicio fue difícil, pero con mucha firmeza y voluntad se le fue dando forma al proyecto, además las virtudes de Margarita comenzaron a aflorar y eso ayudo a ir consolidando la posibilidad de avanzar en la lucha democrática.
Hoy Margarita ya es Gobernadora electa a menos de mes y medio de tomar protesta al cargo. El compromiso que ello representa es todo un reto y viene la parte más complicada del proyecto que es generar los cambios necesarios para que la transformación sea una realidad en Morelos. Un compromiso difícil de llevar a cabo, pero no imposible, y para ello se requieren de los mejores perfiles en el estado que asuman la tarea con lealtad, responsabilidad, honestidad, humildad y mucho compromiso de servir al pueblo de Morelos.
Desde el poder ejecutivo se tendrá que hacer una parte importante de la transformación, pero el complemento tiene que ver con implementar una estrategia jurídica que permita que los programas sociales se consoliden en el estado y entonces el legislativo jugará un papel trascendental. El Congreso electo deberá estar a la altura del compromiso adquirido por parte del pueblo de Morelos y ello implica entonces, que la prioridad debe ser aprobar el marco jurídico necesario para el beneficio colectivo y dejar atrás la historia que se repite cada tres años con Congresos que anteponen sus intereses personales sobre los de las mayorías. Para nadie es un secreto que desde varios años atrás los diputados cobran por aprobar leyes a modo, leyes que no tienen mucho o nada que ver con las necesidades de las mayorías y si con intereses de unos cuantos que se enriquecen al amparo del poder. Los diputados electos tienen que demostrar que van a ser coparticipes de la transformación y para eso tendrán que dejar de lado sus ambiciones personales para dar paso a su compromiso con el pueblo de Morelos, por lo cual, tendrán que acompañar a la gobernadora en un paso firme y consecuente con los principios impulsados por el aun Presidente de la República.
Pero el complemento al cuadro es el poder judicial, del cual existen muchas dudas respecto a su interés por sumarse a los otros dos poderes y que juntos asuman una postura alejada de ambiciones personales y que sean garantes de la justicia en Morelos. Se antoja imposible, sobre todo porque la manera en la que llegan la mayoría de los magistrados del poder judicial es de una forma no muy transparente y mas bien con marcados intereses de grupo y particulares que provocan la sensación de que van a estar más allá del interés genuino para beneficiar a quienes pagan sus ostentosos salarios. Por ello la reforma judicial refrescara este poder y permitirá la posibilidad de que los nuevos magistrados y jueces estén a la altura de lo que necesita el pueblo de Morelos.
El fiscal del estado de Morelos se tiene que ir, aun cuando sigue aferrado al cargo pensando que nada ni nadie lo puede hacer renunciar, su renuncia ayudaría mucho a refrescar la impartición de justicia, la seguridad y acabar con la impunidad en sus diferentes acepciones. Su renuncia es necesaria.