Mitos y hechos
PREMIADOS. Durante la presente administración que encabeza el presidente de México, Andrés Manuel López obrador, un área fundamental en el desarrollo de obras públicas de gran envergadura ha sido la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), única dependencia en este gobierno enfocada a la aplicación de grandes cantidades de recursos públicos. Quien promete obras con recursos extraordinarios por supuestos excedentes en la Secretaría de hacienda, miente, pues todo recurso se canaliza a través de la SEDATU. En lo que va de esta administración la SEDATU ha logrado que las obras realizadas para el mejoramiento urbano en colonias con altos índices de marginación en el país sumen más de 200 premios y reconocimientos nacionales e internacionales. En esta edición, 15 obras de países de cuatro continentes son finalistas; México es el único país de América con cuatro obras nominadas que son: El recinto portuario y muelle de San Blas, Nayarit, construido en 2021, con una inversión de más de 97 millones de pesos, El Parque y Biblioteca Lineal Internacional en Agua Prieta, Sonora; diseñado por Fernanda Canales; una obra en la que se invirtieron cerca de 98 millones de pesos, el Parque Urbano y Centro de Ecotecnias Bosque Ferrocarrilero en Xalapa, Veracruz; construido en 2022 y diseñado por Javier Sánchez y Aisha Ballesteros de JSa Taller de Arquitectura. La obra contó con una inversión de más de 53 millones de pesos y en Morelos, la Casa de Cultura Tlatenchi en Jojutla; un proyecto realizado en 2021 con más de 11 millones de pesos. Fue diseñado por Alberto Cejudo del Taller Ciudad y Diseño (Taller CD). Lo más sorprendente es que todas las obras federales de SEDATU las anda inaugurando Cuauhtémoc blanco, cuando ni siquiera metió las manos.
A LA ALZA. Ante la pasividad de las autoridades estatales y la nula estrategia de seguridad, en la entidad van en aumento los robos de autos violentos. El modus que han denunciado las víctimas de este delito, en distintos puntos de la entidad es el mismo: presuntos compradores o vendedores de autos, les citan en algún lugar, incluso afuera del domicilio de las víctimas y ya estando ahí les encañonan incluso con armas largas y les despojan de documentos oficiales y vehículos, de modo que los afectados no tengan ni siquiera los papeles de los autos para sostener su denuncia ante un agente del Ministerio Público. En la mayoría de los casos, la versión de las víctimas es la misma, cuando llaman a los números de emergencia y llegan al lugar los elementos de la policía municipal, todos adscritos al inútil Mando Único de la comisión Estatal de Seguridad (CES), quienes les dicen que montarán un operativo (infructuoso), pero que la responsable de la investigación es la Fiscalía, por lo que literalmente los batean hacia la FGE.
OTRO AUMENTO LATENTE. Y ya que hablamos de los datos fríos y los malos números que han distinguido a nuestra entidad durante la presente administración estatal con el fallido trabajo de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), que encabeza el almirante en retiro José Antonio Ortiz Guarneros, de acuerdo con datos oficiales, en las últimas horas se registraron, hasta el cierre de la edición, en menos de 48 horas, al menos 15 asesinatos en el estado, el claro resultado de una evidente lucha por “la plaza” presuntamente con la entrada o expansión de grupos criminales en la entidad. Esto último justamente ha sido lo dicho por la autoridad que, solo se ha convertido en espectador y quien se encarga de acordonar las zonas del crimen; la prevención del delito no existe y el trabajo de coordinación policiaca no arroja resultado alguno a favor de la ciudadanía.
CAMBIOS, CAMBIOS. Ya lo dijo el presidente de Cuernavaca, José Luís Urióstegui, quien adelantó que los funcionarios de su gabinete que no han dado resultados, en próximos días serán notificados sobre su salida de la administración. De acuerdo con lo que ha comentado el edil quien fue reelecto por tres años más, todos los días se aplican mecanismos de evaluación de todos los funcionarios que le acompañan en el ayuntamiento, de tal suerte que incluso algunos de los que se irán asumen que no dieron el ancho y que tendrán que ceder su espacio a quien si logre los resultados que la ciudadanía espera.
