Uriel Carmona En un dilema
Tras cuatro intentos, por fin el fiscal de Morelos Uriel Carmona logro ser liberado y regresar a Morelos, dónde cuál fieles escuderos diputados del Congreso local le guardaron celosamente la silla; es decir, continuar en el cargo.
El hombre después de mes y medio en una cárcel de alta seguridad -el altiplano- debe tener pesadillas por las noches, en esos lugares, un sólo día probó a desesperación, ansiedad, sentimientos de abandono y muchas otras cosas terribles, así que durante un buen tiempo lo perseguirán amargos recuerdos.
Él sabe de dónde nació la petición de arresto, de su acérrimo enemigo, el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, que lo solicitó al gobierno federal y hay dos versiones, una, que "viene con la espada desembainada y buscará tomar venganza, apoyándose en sus aliados y la otra, que por el contrario, que lo vivido lo volverás más humilde y condescendiente, aún con sus verdugos.
Cuál cree usted que sería la más inteligente opción? Buscar la venganza sería seguir con un pleito del que no sabemos quién sería vencedor, el gobernador, como tal, sigue teniendo el respaldo de la federación y aunque Uriel tiene el del Frente Amplio, incluida la Suprema Corte, su futuro sería incierto.
Dice que no descarta renunciar, reconoce que se quedaría sin fuero, es decir, a Merced del enemigo, haber qué decido, pero lo mejor sería llevar la fiesta en paz, aunque qué incómodo será llegar a los eventos y sentarse al lado de CBB, de militares y marinos que lo aprehendieron, avivandole el recuerdo de la fatídica noche de su arresto.
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