El poder no se comparte Uriel; otros tres meses a la sombra
En cualquier nivel de gobierno, llámese municipal, estatal o federal, a quien ostenta el poder no le gusta compartirlo y quiénes desde una posición inferior buscan desafiarlos, suelen sufrir las consecuencias y nos parece que ese es el orígen del problema que enfrenta Uriel Carmona Gandara, aún fiscal de Morelos.
La Fiscalía General de la República ya lo vinculo a proceso y han dado tres meses para desahogar las pruebas; es decir, seguirá preso en la cárcel de alta seguridad del Altiplano.
Uriel, un hombre descendiente de una familia de abolengo en Cuernavaca cayó en la tentación, se prestó a negocios sucios con el exgobernador Graco Ramírez a partir de que lo hizo notario y luego fiscal por nueve años para que le cuidara las espaldas y ahora sufre las consecuencias.
Llegó a considerar que Graco y aliados lo protegerían, no sólo del asedio del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, sino hasta del gobierno federal y cuál pavo real, se pavoneaba y se manejaba con un poder paralelo.
Incluso, por lo que se advierte, con el apoyo de diputados locales, el poder judicial y otras fuerzas, ya le tenían tendida la cama a CBB, lo iban a enjuiciar, destituir antes de las elecciones para generarse condiciones favorables a fin de ganar la gubernatura el año que viene.
Se atrevió a ponerse al tú por tú con quién era la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimboum Pardo, hoy virtual candidata presidencial del bloque Morena, quien lleva las de ganar, por lo menos hasta hoy y nos parece que fue su peor pecado. Pegarle a ella es pegarle al presidente Andrés Manuel López Obrador y eso difícilmente se tolera y menos de parte de un mediocre fiscal presuntamente ligado al crimen organizado.
Nuestro pronóstico es que Carmona, hoy día la oveja negra de la familia, no saldrá ni dentro de tres meses, le van a seguir buscando y hay mucha tela de dónde cortar, seguramente nadie quisiera estar en sus zapatos, pero la soberbia se paga. ¿No cree usted?