Momentos antes del caos
Me siento frente al abismo, disfrutando la calma antes del caos, viendo como México es algo hoy, que nunca volverá a ser.
Las noticias transcurren en calma, los micrófonos todavía no son ocupados y este silencio solo puede mostrar que dentro de los cuarteles políticos, toda persona con aspiraciones solamente puede estar preparando sus armas, contando sus municiones, preparándose para la batalla.
La próxima semana, tanto Morena como el Frente Amplio opositor, decidirán a sus candidatos a la Presidencia de la República, además de la importancia que significa esta división, su magnitud radica también en la reacción en cadena que producirá, llevándonos directamente a la discusión de las candidaturas locales.
Veo dos escenarios; Uno en el cual, Marcelo Ebrard al perder la encuesta, se separa de Morena y otro en el cual, se mantiene en calma y se dirige hacia el retiro.
En ambos caso, incluso si él ganara la encuesta (o Adan, Monreal, Noroña o Velasco) el partido oficialista, se vería destinado a caer en una profunda división política y los perros que parecían hermanos, al perder la cadena, no tendrán ninguna limitante para matarse.
Quizá, al ganar Claudia, ella tenga derecho a escoger a sus candidatos para gabinete, gubernaturas, senadurías, presidencias municipales y diputaciones.
O Quizá, bajo la intención de mantener a un partido unido, se reparta el poder entre candidatos de otras corcholatas, lo cual le generaría un gran problema de gobernabilidad para Sheinbaum estando en la silla.
Yo apostaría porque hoy, nos encontramos ante la fractura de Morena, la cual solo podría evitarse por un cuidadoso y meticuloso trabajo político, de Gobernación y de partido que pueda dejar a todos los actores contentos, lo cual, es improbable debida que la manera de hacer las cosas dentro de Morena ha siempre despreciando las formas y segundo, porque AMLO ya fue Presidente y es muy probable que se vuelva evidente el hecho de que a AMLO, jamás le ha importado el partido, el sistema, la estructura, solamente se importa él.
Un ejemplo evidente es el de Chiapas, donde Eduardo Ramírez (presidente de la JUCOPO) y Zoé Robledo (Secretario de estado) se enfrentaron por la gubernatura de su estado.
Ahí, en las vísperas de un gran problema político, la Secretaría de Gobernación (desde mi perspectiva) haciendo su trabajo, se sentó con ambos, varias veces, después de algunas platicas, el Presidente anunció que Zoé Robledo se retiraría de la contienda y todo parecía concluir con una foto entre los dos aspirantes, quienes parecían haber llegado a un acuerdo civilizado. Solo pude mirar con asombro lo que yo pensé que era el nacimiento (aunque fuera en el último año) de un digno trabajo de Gobernación y de política interna.
Hasta que se anunció que la candidata para esa gubernatura sería Manuela Obrador (prima hermana del Presidente), mostrando con esas decisiones incongruentes, que están dispuestos a destruir gradualmente sus movimientos, por la búsqueda del poder.
Fue un gobierno igual a los anteriores, tomarán todo lo que puedan antes de irse y pasarán a la historia con la misma mediocridad que los anteriores, yo solamente estoy preocupado por México, cuando “La última esperanza” resultó ser un fiasco.