Gobierne quien gobierne los derechos se defienden
En 1971 nos nació la conciencia de luchar en contra de todo tipo de injusticia social, violencia gubernamental y represión del Estado, ante la masacre del “halconazo” del 10 de junio cometida contra el movimiento estudiantil por órdenes del gobierno priista de Luis Echeverría Álvarez, que dejó desaparecidos, presos, asesinatos, que fue considerado como un verdadero genocidio por los crímenes de lesa humanidad que se documentaron en un informe histórico que llevó a cabo la Fiscalía Especial para Investigar los Crimenes cometidos en contra de los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, mismo que fue censurado por el Ejército y lo desechó la PGR, persiguiendo al equipo de investigadores que fueron despedidos y sancionado con inhabilitación del cargo su director bajo la injusta acusación de haber filtrado el documento a los medios de comunicación.
Este 10 de junio de 2023 se van a cumplir 52 años de aquellos nefastos acontecimientos y vemos como se confirma lo que en su momento se documentó y no se quiso asumir por el Estado. En su sitio de memoria, la propia Secretaría de Gobernación señala en 2021: “A 50 años de la masacre cometida el 10 de junio de 1971, conocida como halconazo, continúa apareciendo como una trama sin historia, como instante nada más que se concatena con otros de su estirpe, en una cita infinita en la que un hecho sólo aparece como referencia del posterior. Sin embargo, la violencia desplegada en la tarde de ese 10 de junio no fue una reedición de 1968, no fue esa cita a la vez única y repetitiva de la inmolación juvenil frente a los altares del poder, como durante mucho tiempo se sostuvo, y tampoco fue el montaje de una facción del poder político contra otra. El Halconazo, lejos de ser una masacre más en una cadena repetitiva, formaba parte ya de un nuevo ciclo de violencias de Estado, inscrita en un contexto contrainsurgente que se iba fortaleciendo. A través de la recuperación de testimonios de sobrevivientes del halconazo, quienes cuentan sus historias, este documental es una apuesta por la memoria trae al presente la esperanza, las demandas, la lucha estudiantil y la inevitable reflexión sobre la vía armada, para la transformación del país. Esta serie de documentales: Programa Capital 21: “La subversiva Memoria”, muestra los antecedentes y consecuencias de la masacre del Jueves de Corpus se extendieron a lo largo de los años y a lo ancho del país. Estas series de ocho cápsulas dan cuenta de distintos aspectos que conformaron lo que también conocemos como “El Halconazo”: plan telaraña y contrainsurgencia, movimiento armado, exilio, presos políticos, movimiento cultural de los años 70 entre otros. Los primeros siete programas de esta serie brindarán los elementos para una reflexión desde la experiencia testimonial de quienes relatan de viva voz a dos jóvenes presentadores que escuchan y preguntan como ojos de presente; en la última cápsula, se cuestiona sobre el esclarecimiento histórico y la memoria de estos sucesos en el presente. Los programas tiene formato de entrevista, con cápsulas y testimonios que dan mucho más contexto para desenmarañar el pasado o mirar a contrapelo.”
En la memoria histórica se recuerda que: ““Halconazo… Qué nombre tan extraño… ¿Cómo que Halconazo? ¿Abuelo, tú sabes qué es eso del Halconazo...?” Así es como los recuerdos se transforman en memoria y ésta se convierte en un bastión contra la indiferencia y el olvido. Esta palabra representa para muchos la violencia, la intolerancia, la impunidad y la injusticia que el gobierno mexicano mostró ante una población civil joven, desarmada y que creyó en un régimen que se decía abierto y democrático. Para los sobrevivientes de aquella masacre y para quienes perdieron a sus amigos y familiares resulta indispensable y necesario decirla día tras día, año con año, para que los horrores que les costaron la vida a sus seres queridos no vuelvan a repetirse y para que, llegado el momento, se reconozca de manera abierta la existencia en México de una práctica que todavía nos cuesta trabajo pronunciar: violencia de Estado.
Como ayer, como hoy y como debe hacerse en el futuro, alzamos la voz desde nuestra trinchera histórica para contarles a los más jóvenes y a todos aquellos interesados qué fue el Halconazo, qué lecciones nos ha dejado y cómo se dieron las condiciones que lo originaron, para que todos juntos, en un ejercicio colectivo, continuemos con el proceso de evocar, de transmitir, de hacer memoria, de reflexionar y de favorecer el intercambio de ideas.
Como en toda historia, hay muchas versiones, puntos de vista y matices que es necesario contemplar; ésta sólo es una interpretación más de lo que sucedió aquel día. Pero no existe justificación que avale la actuación autoritaria y violenta de un gobierno contra la población civil. El repasar aquí esos trágicos sucesos los visibiliza e invita a la sociedad a seguir cuestionando estos métodos y custodiando los inalienables derechos humanos. “El Halconazo… Yo estuve allí… me salté la barda y corrí por el patio de la Normal para huir de los Halcones… de los balazos… Fue en junio de 1971, un Jueves de Corpus…”
Por todo ello, hoy más que nunca es necesario exigir que todos los archivos del Ejército y otras dependencias oficiales, sean abiertos y dados a conocer públicamente, sin que ello signifique nuevamente perseguir y castigar a quienes luchan por la verdad y la justicia. Por eso mismo, es inaceptable que desde las conferencias mañaneras sea el propio Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien descalifique y criminalice la labor de organizaciones de derechos humanos como el Centro Prodh, por su labor en casos emblemáticos como Ayotzinapa. Más aún cuando esta organización hermana de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos, ha sufrido espionaje telefónico del Ejército a través del programa espía Pegasus. Condenamos este tipo de persecución política que trae a la memoria los peores métodos utilizados durante años por los gobiernos en turno, por lo que decimos claramente que gobierne quien gobierne, los derechos se defienden.
*IR