Un mercado de consumo local que resiste
Veo una foto en color sepia donde Doña Nati vende sandías en un local del recién inaugurado mercado Adolfo López Mateos de Cuernavaca, allá por 1964. Otra foto del archivo familiar donde está Don Ventura descargando cajas de naranja de un camión de redilas que transportaba desde las huertas de Guerrero o de Veracruz directo a los andenes del mercado. La construcción de unas naves monumentales a unos pasos del centro de Cuernavaca, con puentes peatonales y vehicular, permitió trasladar el viejo mercado ubicado en las calles de Clavijero, ante un desarrollo urbano acelerado que requería del consumo de alimentos, frutas y verduras frescas sin tener que ir a la Ciudad de México. Hace ya casi 59 años de que en éste lugar se puede conseguir todo tipo de productos del campo, desde maíz o tortillas de Santa Catarina, tamales de Xoxocotla, guajes de Cuentepec, jumiles de Taxco, mojarras de Coatetelco, cecina de Yecapixtla, jitomates de Alpuyeca, pan de Chilapa, queso y crema de las rancherías cercanas, frijoles de Mazatepec y cacahuate de Miacatlán, huevo de Puente de Ixtla o azúcar de Zacatepec, aguacates de Ocotepec, para mencionar sólo algunas de los productos alimenticios que venden más de 3,500 comerciantes que desde temprano llevan a cabo sus labores, junto a los que ofrecen todo tipo de ropa, huaraches y zapatos o enseres para el hogar.
Un domingo cualquiera puede uno ir a comer pancita o caldo de pollo en las fondas del mercado, taquitos de barbacoa o gorditas de guisado, como nos invitaba Don Ventura una vez que terminaba de bajar las cajas de frutas de su camión, o íbamos con comisiones de pueblos indígenas cuando terminamos reuniones para analizar la defensa de la tierra y el territorio, para disfrutar las tortillas recién hechas a mano en los comales de barro traídos de Coajomulco. Ahí nos surtíamos todas las madrugadas para preparar los alimentos que se consumían en la Cooperativa Sociocultural “La Comuna” que impulsamos desde la Comisión Independiente de Derechos Humanos, con el lema de “comer es un derecho, en la Comuna es un placer”, donde teníamos café orgánico de la sierra de Atoyac, de la cooperativa Tosepan de la Sierra Norte de Puebla, de las cooperativas de Oaxaca o de Chiapas. Un café tan sabroso como el que ahora nos trae el compañero Melitón Ortega desde la montaña de Guerrero, vocero de los padres y madres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
En el año 2011 inició el “Movimiento 17 de Mayo del Mercado ALM” en defensa de su carácter público y popular, ante los proyectos privatizadores y modernizadores que quiso llevar a cabo el gobierno de Graco Ramírez mediante una alianza con empresarios particulares encabezados por Mitre, que pretendían dar la imagen de una plaza comercial donde se establecieran grandes cadenas transnacionales y desplazar a los pequeños comerciantes que sobreviven con sus ventas día a día.
El movimiento 17 de mayo del Mercado Adolfo López Mateos cumplirá 12 años de haberse iniciado para defender el carácter público del mayor centro de abastos de la capital morelense. Por ello, llevarán a cabo una serie de actividades culturales, sociales y deportivas, en el estacionamiento de las flores, donde se está pintando un mural sobre Zapata y los chinelos. Es necesario recordar que fue precisamente durante el gobierno de Graco Ramírez que se llevó a cabo un proyecto de construcción de un estacionamiento de varios niveles, para modernizar el mercado y, sobre todo, privatizarlo, conforme a lo que dictan los grandes centros comerciales de las cadenas transnacionales. Eso motivó una respuesta organizada de las y los comerciantes de éste mercado construido desde 1964, durante la época de López Mateos. La movilización impidió su privatización. Sin embargo, los sucesivos incendios y daños estructurales derivados del paso del tiempo y de los sismos, obligan a llevar acciones para su reparación y mantenimiento, sin que hasta el momento se haya avanzado en la aplicación de más de 80 millones de pesos ya autorizados programáticamente por el gobierno de Cuauhtémoc Blanco. Por ello, el 17 de mayo será una fecha para celebrar, pero también para exigir que haya inversión pública para fortalecer la infraestructura de este mercado donde se abastecen miles de familias morelenses diariamente.
Estaremos pendientes desde las organizaciones sindicales y sociales del Pacto Morelos por la Soberanía Alimentaria y Energética, de que se atienda en forma debida el llamado público que están realizando los y las compañeras comerciantes del Movimiento 17 de mayo del Mercado ALM de Cuernavaca, ya que solicitan al Gobernador del Estado y al Director de la Facultad de Arquitectura de la UAEM, formalmente den a conocer de manera pronta, pública y abierta el "Proyecto Ejecutivo" de remodelación para las bóvedas y techo de la nave principal de dicho mercado, dañado principalmente por los pasados incendios, sismos, lluvias constantes y por la falta de mantenimiento de las autoridades del Estado y del municipio de Cuernavaca. Es importante expresar que hasta ahora, los comerciantes no cuentan con información oficial, clara y precisa respecto a dicha obra e inversión económica gubernamental proyectada para el ALM, siendo el mismo de interés general para las y los cerca de 3500 comerciantes y trabajadores que laboran en forma cotidiana y en considerables niveles de riesgo debajo de dicha bóveda monumental. Por lo que hoy exigen que se hagan efectivos sus derechos a la información, a la consulta y a la participación en las políticas públicas que se pretendan implementar. Así también, pedimos que las correspondientes autoridades estatales y municipales brinden los respectivos insumos de protección e implementen por igual todas las medidas sanitarias a favor de la salud de los comerciantes y de las miles de personas usuarias y compradores de la canasta básica de dicho centro comercial público del pueblo y para el pueblo.
Hoy más que nunca se requiere impulsar y promover el consumo local frente a la voracidad de las grandes cadenas capitalistas.
*IR