Joel Sánchez, bono de legitimidad
A casi dos meses de la histórica elección de la nueva Directiva Sindical de la Sección 19 del SNTE en Morelos, al bono de legitimidad al liderazgo del secretario general Joel Sánchez Vélez, que originó el voto directo de la mayoría de los que participaron en dicho proceso, es un plus que hasta ahora ha sido capitalizado de buena manera y como se esperaba, abre un margen político de maniobra frente a los principales actores políticos y sociales del estado.
Frente al desgaste natural que siete años de la anterior gestión sindical dejó como saldo, no sólo la renovación obligada de la dirigencia sino la forma en cómo se concreta, son los dos incentivos que alimentan el inicio de los nuevos liderazgos y el bono de legitimidad que se genera, pero que tiene que ser economizado ya que no durará para siempre.
De allí la importancia de lo que hasta ahora, en casi dos meses de gestión, ha realizado Sánchez Vélez, para tender los puentes de comunicación y negociación con los principales actores políticos en el gobierno y en otros sectores, involucrados en la toma de decisión y en las acciones que tienen que ver con la solución de las demandas y necesidades del magisterio morelense. La relación con los diputados del Congreso del Estado, con las autoridades del maltrecho ISSSTE y con varios alcaldes municipales, es un claro ejemplo de la estrategia que se camina y que comienza a dar resultados.
El nuevo dirigente sindical de los maestros, entiende que ese plus que le dio su elección ha sido su mejor carta de presentación pues detrás hay un respaldo probado de la mayoría de los miembros que integran el gremio magisterial, pero lo más importante, casi todos los actores políticos dentro y fuera del gobierno también lo entienden así, incluso, hay quienes inteligentemente han buscado congraciarse con la nueva dirigencia sindical seccional del SNTE.
Y es que como mandan los cánones dentro de los intereses políticos que siempre están en juego, en el futuro inmediato y mediato, lo que el magisterio morelense requiere hoy es reposicionarse a través de su dirigencia sindical y viceversa, dentro del concierto social y político del estado, posibilitando un margen de maniobra que le permita asegurar una gestión estable y de gane para los próximo cuatro años.
Las conquistas laborales y prestacionales, profesionales y políticas del gremio magisterial dependen de una dirigencia sindical fuerte, unida y respaldada por sus militantes, y hoy estos son los principales activos de los nuevos dirigentes de la Sección 19 del SNTE y de su líder Joel Sánchez.
Paradójicamente y como siempre suele ocurrir, a quienes se les dificulta asimilar las condiciones que se generan con una nueva dirigencia sindical de los maestros en Morelos es a las autoridades educativas. En la Secretaría de Educación su vetusto titular, Arturo Cornejo Alatorre, no tiene la fuerza y quizás ni el interés para que desde su posición incida en atender la aguda problemática que aqueja a los trabajadores de la educación del estado y que debería resolverse en el Instituto de la Educación Básica de Morelos (IEBEM).
En todos los sentidos, esta dependencia padece del mismo mal que como un cáncer se arraigó desde hace décadas entre las oficinas gubernamentales del país y del estado. Se trata del viejo sistema burocrático mexicano que lo mismo no resuelve problemas, sino que los administra, en donde para todo trámite de un mismo asunto, éste se realiza varias veces y requiere de papeles y más papeles; en donde permanentemente se ciernen las sospechas de corrupción y para ello tienen como mejor ejemplo la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM).
Es en el IEBEM donde al parecer, no se han dado cuenta de que su contraparte sindical se revitalizó, y con la estrategia política que camina su nueva dirigencia se fortalece más, y por si no fuera suficiente, hay un espaldarazo incuestionable de la dirigencia nacional del SNTE al frente de Alfonso Cepeda Salas, a ver… nos leemos en la próxima…
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