Desconfianza social por inseguridad
Los últimos datos estadísticos muestran con claridad que el fenómeno de la inseguridad no cesa en Morelos, qué hay un creciente temor de la población a ser víctima de algún delito y que en general, nadie se siente satisfecho con las acciones y la estrategia de las autoridades para frenar la violencia.
De acuerdo a la última encuesta sobre seguridad pública realizada en el pasado año 2022, los delitos más cometidos en la entidad fueron el robo a transeúntes, el de vehículos y a negocios, la extorsión y los secuestros, en su mayoría considerados de alto impacto, pero que en contaste, desmienten lo dicho por el gobierno sobre la disminución de la inseguridad.
Según la estadística, los datos se basan en las respuestas que la ciudadanía establece referente a hechos denunciados y no denunciados ante las instancias competentes, pero que en global arrojan una percepción de mala a pésima sobre la seguridad pública en Morelos.
En esta tesitura, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), en Morelos, reveló que en el caso de este sector casi la mitad de los afiliados ha sido victimado de delitos y su percepción es que el fenómeno de la inseguridad va a la alza, esto en contraste con las aseveraciones de la autoridad que casi siempre se refieren a datos que indican una disminución en las estadísticas y un sensible mejoría en la percepción social.
La inseguridad, que se liga a la corrupción y a la pobreza (como lo establecimos en una entrega anterior), representan el mayor reto para las instituciones del gobierno por el alto grado de afectación que tiene entre los ciudadanos, que en su gran mayoría perciben sin avances las a acciones y políticas oficiales.
Para el gobierno del estado, estos fenómenos convertidos en problemas crónicos y la escasa respuesta para su atención y soluciones, representa una carga negativa frente la competencia electoral en puerta para el próximo año electoral 2024.
Si hay algo que ha desgastado la imagen institucional del gobierno estatal y se convierte en una loza frente a sus competidores por el poder público que estará en juego en la próxima contienda, es precisamente la estigmatización de incumplimiento, omisión y desatención a los mayores problemas sociales.
En términos prácticos la sociedad no percibe la solución de los problemas, hay una mala atención o desatención, incluso tiene la idea de la omisión de la autoridad y lo que es peor, la sospecha de actos de corrupción o lo que es peor, la omisión, en temas tan delicados como el de la seguridad pública.
Si se quiere ver en términos de opinión, evaluación y juicio, las urnas en la próxima elección serán receptoras de la manifestación de la insatisfacción social hacia él gobierno del estado, hacia lo que no se hizo bien, pero sobre todo, hacia lo que se dejó de hacer, falta menos y veremos...
L@S REDES: Son un caos las principales carreteras y autopistas del estado en los días de asueto. Estas vías son insuficientes ante el volumen de vehículos de los paséanos y prestadores del servicio de peaje y carga y se convierten en el viacrusis de cada puente o periodo vacacional, además de que su deficiente mantenimiento o construcción son un peligro permanente. Y con todo eso la población sale a las carreteras y se desborda hacia los destinos turísticos o hacia los sitios de origen. Para los que transitan en las vías de peaje además hay que cubrir el costosísimo derecho en casetas, pues como es bien sabido tenemos en México las tarifas más altas del mundo y a pesar de las promesas recurrentes de disminuirlas o eliminarlas, nada de eso va a ocurrir jamás, así es qué hay que sufrirla de todas todas al viajar, a ver.
*IR